viernes, 11 de junio de 2021

PRACTICA DE LA MUERTE CONSCIENTE... LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LAMUERTE

LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y LA MUERTE



TRANSFERENCIA DE LA CONCIENCIA AL MOMENTO DE LA MUERTE 

La postura para morir.

León dormido

Consiste en acostarse del lado derecho, la mano izquierda reposa sobre el muslo izquierdo, la mano derecha se coloca bajo la barbilla, tapando el agujero derecho de la nariz. Las piernas se estiran, dejándolas ligeramente dobladas. En el lado derecho del cuerpo hay ciertos canales sutiles que favorecen el viento karmico del engaño. Al acostarse sobre este lado en la postura del león dormido y tapar el agujero derecho de la nariz, se bloquean esos canales y se facilita el reconocimiento de la luminosidad cuando amanezca en la muerte. Además esa postura ayuda a la conciencia a salir del cuerpo por la abertura de la coronilla, pues todas las demás aberturas por las que podría salir quedan bloqueadas... Así murió Buda.

La transferencia de la conciencia al momento de la muerte se relaciona con el último de los seis yogas del Naropa, llamada Powha, a través de la práctica del Phowa se aprende a transferir la propia conciencia, a través de la parte superior de la cabeza, directamente a un reino puro, evitando de esta forma alguna de las experiencias típicas que ocurren en el momento posterior a la muerte.


LAS SEIS YOGAS DEL NAROPA

El Yoga Tibetano dice que la mente y energía fluye en canales, que son
esenciales para la vida, y que corresponden con el sistema solar y las rotaciones lunares.


Las Seis yogas de Naropa (tibetano na-ro'i-chos-drug), también conocidas como los Seis dharmas d
e Naropa, describen un conjunto de meditaciones tántricas compiladas alrededor de la época del monje y místico Indio Naropa (1016-1100), que fueron transmitidas a su estudiante Marpa el traductor...

Tumo (Tib:gtum-mo) — Yoga del calor interno. El tumo se relaciona con la descripción de las sensaciones de intenso calor en el cuerpo, se dice ser un efecto parcial de la circulación del prana por los chakras. Consiste en "generar", con la "visualización", en tal caso, se suele imaginar una esfera luminosa y cálida en el interior del cuerpo, la esfera imaginada como constituida por el prana que se aspira y saber distribuirla mediante "técnicas" precisas basadas en el ejercicio de la respiración, la relajación y la concentración de la atención en determinadas partes del cuerpo). El calor psíquico o Tumo se considera la base fundamental para la apertura de los chakras y hacerse capaz de absorber la mayor enseñanza de los seis yogas de Naropa.

Gyulu (Tib:sgyu-lus) — Yoga del cuerpo ilusorio. En este caso, la práctica de Gyulu (rdzogs llanta) es la segunda fase de transformación tántrica y se crea un cuerpo mental muy refinado por medio de la unión del prana sutil y la mente sutil dentro del organismo. Este Gyulu proporciona una base adecuada para la manifestación del cuerpo de luz y por lo tanto puede ser creado en vida a través de la práctica.

Ösel (Tib:hod-gsal) — Yoga de la Clara Luz o de la Luz Radiante. Por el logro de esta etapa de purificación en esta vida, uno puede aprender a reconocer la luz clara, que suele aparecer en diversas formas durante el Bardo (proceso) de la muerte. El perfeccionamiento de esta práctica se conoce como Od Säl en tibetano: reconocer, visualizar, y ser capaz de celebrar la visión de la luz innata en sus diferentes aspectos. En la tradición budista, se piensa que revela la luminosidad y union de la vacuidad y la sabiduría primordial, la verdadera naturaleza de la mente vacua. Los no practicantes perciben sólo un flash de luz blanca en el momento de la muerte.

Milam (Tib:rmi-lam) — Yoga del Sueño. Con el fin de hacer que el tiempo que pasamos soñando sea más significativo, en primer lugar debemos reconocer que estamos soñando. Ese es el ejercicio inicial. El siguiente paso es la transformación del llamado sueño, la tercera se conoce como la multiplicación. De acuerdo con esta enseñanza, existe una correspondencia entre los estados de sueño y nuestra experiencia cuando morimos. Después de las experiencias del estado intermedio, una persona sale de ella, una nueva ilusión kármica se crea y comienza otra existencia.

Bardo (Tib:bar-do) — Yoga del Estado Intermedio. Es algunas veces tratado como una extensión del Yoga del Cuerpo Ilusorio. Al trascender las cosas mundanas y las discriminaciones, uno se dice que allanaría el camino para la realización de la innata sabiduría y acabar de una vez con la dualidad. Es un estado muy puro de mente y ánimo cercano al de los inmortales.

Phowa (Tib:hpho-ba) — Yoga de la Transferencia de Conciencia. Este puede ser a una tierra pura (campo de energía de un Buda) o bien a otro ser vivo o muerto. Puede ser traducido como "Transferencia de la conciencia al momento de la muerte". Esta práctica es la última de los seis yogas de Naropa. A través de la práctica del Phowa se aprende a transferir la propia conciencia, a través de la parte superior de la cabeza, directamente a un reino puro, evitando de esta forma alguna de las experiencias típicas que ocurren en el momento posterior a la muerte. Cuando un practicante avanzado logra con éxito las prácticas de Longde y Menngagde, él o ella se da cuenta del Cuerpo arco iris. Desde su punto de vista, no suele ocurrir cambios. Sin embargo cuando un practicante muere y es enterrado, desde el punto de vista de un observador externo, las siguientes situaciones ocurren: el cadáver no se descompone, pero empieza a disminuir hasta que desaparece. A veces, las uñas y el pelo se quedan atrás. 


La práctica de los seis yogas del Naropa incluye la práctica del fuego interno como tema principal.

Son 6 ejercicios básicos y 39 secundarios, se practican los seis niveles de ejercicios básicos y se introduce en la restauración de las funciones energéticas de los vientos interiores, los cinco vientos interiores, los cinco vientos principales y los cuatro chacras

Los beneficios de la práctica del Yoga Tibetano son:

1. Prolonga la vida

2. Limpia los canales y los chakras

3. Previene desordenes psíquicos y energéticos

4. Cura los diferentes desordenes psíquicos mediante ejercicios

5. Potencia el despertar de la mente

6. Mejora la memoria

7. Proporciona una experiencia espiritual


RESPIRAR ES LA FORMULA MAS BÁSICA, DEVUELVE LA CONEXIÓN ENTRE LA ENERGÍA UNIVERSAL Y LA RESPIRACIÓN SENCILLA




Internamente sin identidad, externamente sin apegos,
si no hay, ya no puede haber nada que yo quiera. 
Cuando yo no quiera nada, todo me sobra
Siendo nadie
¿Quién muere?



                                                                                                                                 René Cervantes Díaz


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