lunes, 28 de junio de 2021

EL SENTIDO INICIATICO DEL JUEGO DE PELOTA



El nahui ollin también es el quincunce, símbolo de Venus y de Quetzalcóatl, de la cruz.... también se vincula con el juego de pelota. El juego de  pelota forma un quincunce.  El quincunce es el resultado de observación del Movimiento del sol a lo largo de la elíptica terrestre...




El sentido iniciático del juego de la pelota es el despertar de la conciencia a través de la eliminación de los defectos y la conquista de la energía creadora.

El significado esotérico del juego de pelota: los dioses creadores del uni­verso se reunieron en su primer lugar de creación, el Teotlachtli la cancha de juego de la pelota divina, para poner el universo en marcha.

Es así como se inició, así como comenzó la luz, se apartó el cielo de la tierra, comenzó la vida, la creación. Así co­menzó el juego de la pelota, el símbolo de vida que refleja el movimiento del cosmos, así se dio el principio al triunfo de la luz sobre las tinieblas.

Para nuestros antepasados todo era un ciclo de la vida y de la muerte, el día y la noche, y es por eso que el juego de la pelota es también el cielo que refleja al movimiento del cosmos.

En el pensamiento antiguo la pelota de hule uli, significa a la vez esférico, el universo redondo, el movimiento, el juego de los con­trarios, la energía circulando en un círculo perfecto, la cual da vida y energía.

Afirmaban los abuelos que el movimiento tiene una sustancia, una forma y lo represen­taron en una pelota de hule encerrada en sí mismas, era el movimiento constante que nunca se detiene.

Fue conocido como Olim Tonatiuh, sol de movimiento, es la pelota divina que se mueve en todo el firmamento dando vida.
El juego de la pelota es anterior a la cultura, mediante el juego, el hombre se rela­ciona con lo desconocido, penetra al ámbito de lo sagrado, a las fuerzas de la naturaleza.

Lo que ocurre con el fabricar, ocurre con el jugar, La cultura brota del juego como llama gigante que envuelve a la naturaleza.

El IK o T, simbolismo del campo de la pelota es semejante a una cruz; comprende un princi­pio horizontal y otro vertical en instantes de entrar en contacto; esta unión de activo y pasivo es coherente a las implicaciones sexuales y de fertilidad del signo IK.

En el texto quiché del Popol Vuh, la pelota del juego es designada por las palabras quic y cha. Quic es pelota de hule, también significa sangre, savia o semen, y su sentido esotérico de fuerza vital podría ser energía que da vida, la creación misma.

Con la palabra Cha se designa la pelota también y se liga directamente con la brillante piedra de Xibalbá, piedra sagrada guardada en el templo llamado Tzutuhá o agua o fuente florida.

Visto desde arriba, el juego de pelota se asemeja a dos letras T contrapuestas.

La T identifica a la Tau de los griegos antiguos y los pueblos europeos de la Edad Media.

La T es símbolo IK de los días del Tzolkin, calendario ritual de los mayas, es el signo de fecundación y germinación, principio creador, Espíritu Divino, la fuerza vital, el semen divino.

Todo humano debe alguna vez en su vida convertirse en un guerrero-jugador y participar en el juego de la pelota, realizar su lucha interior psicológica y sexual, enfrentarse a sus defectos psicológicos en el infierno de las pro­pias pasiones y triunfar mediante el dominio y la transmutación de la energía creadora.

El reconocimiento de la universalidad de esa fuerza y su consideración como factor de cambio y trascendencia en el hombre dio lugar al culto sexual que se observa en muchos mo­numentos mayas.

Debemos despertar nuestra conciencia del adormecimiento en que se encuentra, jugue­mos una vez más en el patio de la pelota y luchemos por vencer a las tinieblas y a sus representantes.

Terminamos diciendo: la formación del hombre auténtico se lleva a cabo con el adveni­miento de la conciencia, al extraer la luz de las tinieblas.

En los códices o libros indígenas pintados sobre pieles siempre representaron el símbo­lo tradicional del juego: una “I” latina horizontal cruzada transversalmente por dos líneas que simbolizan los cuatro rumbos del universo y el centro lo que será la estilización del Olin. 

Al igual que las pirámides, los campos de juego se orientaban con relación a los cuatro puntos cardinales.

En lugares como Xochicalco existían ob­servatorios subterráneos donde celebraban anualmente las festividades cósmicas de los solsticios marcando el movimiento calendárico de los astros y el movimiento del sol. Estos anillos podrían haber sido los cír­culos que representan al cielo cósmico, la serpiente comiéndose la cola, la Inmanencia Suprema del Padre Solar....... Al norte de la cancha se levanta el templo rojo, en cuyo techo hay pinturas que repre­sentan ritos de fecundidad de la tierra. El juego de pelota era el acto propiciatorio para el crecimiento espiritual y agrícola.



Dualidad cosmológica. El juego se ve como una lucha entre el día y la noche, y/o una batalla entre la vida y el inframundo. Los campos de juego fueron considerados portales al inframundo y se construyeron en lugares clave dentro de los recintos ceremoniales centrales. Participar en el juego de pelota representaba envolvimiento en el mantenimiento del orden cósmico del universo y la regeneración ritual de la vida....

jueves, 24 de junio de 2021

DOMINIO DE LA ENERGIA EN LAS ARTES MARCIALES



Para el artista marcial, la Energía se manifiesta dentro de cada individuo como espíritu, y el espíritu en cada individuo se manifiesta como la mente. Esta Energía o “Chi”, como es conocida en China, o “Ki” en Japón, lo impregna todo, y de aquí que sea tanto la conexión más fuerte del artista marcial con su enemigo así como su arma más fuerte contra éste.


El dominio de esta energía es un elemento central de todas las formas tradicionales de la práctica de las Artes Marciales. Dos expresiones ampliamente reconocidas de este ideal son el arte chino del Tai Chi Chuan, y el arte japonés del Aikido.

El Tai Chi Chuan integra muchos elementos de la cultura china tales como filosofía y religión, medicina y práctica militar. Obtiene su inspiración para el movimiento principalmente de la filosofía del yin y el yang. Incorpora la teoría de los Cinco Elementos de la cosmología y los principios del Bagua (“Ocho Trigramas”) junto con el movimiento, creando un flujo continuo de movimiento que refleja las ideas detrás de estas ideologías.


El símbolo del Yin-Yang, que a menudo se encuentra unido con el Tai Chi Chuan, representa la interacción de Yin y Yang. El Yin y el Yang son mostrados en cantidades iguales, pero la parte Yin del Yin-Yang contiene una pequeña cantidad de Yang, y la parte Yang, una igualmente pequeña cantidad de Yin.


Los antiguos chinos veían el universo como una unidad enorme con cada parte de él relacionada con y dependiente de cada otra parte. Dentro de esta unidad hay un cambio continuo en un ciclo interminable entre dos compañeros, el Yin (femenino, oscuro, suave, dócil) y el Yang (masculino, duro, agresivo).


“El universo está completamente hecho de estas dos formas de energía, y a fin de que todas las cosas progresen armoniosamente, las fuerzas de Yin y Yang deben constantemente interactuar la una con la otra. Mientras hacen eso, cada una debe evolucionar, con el tiempo, hacia su opuesta, tal como el día gradualmente se convierte en la noche. Por esta razón, todo lo que parece ser Yin contiene algún Yang y todo que es Yang también contiene algún Yin, sin lo cual el cambio no sería posible” (Chen Lei).


A partir esta visión de la existencia y la energía fue elaborado el estilo Tai Chi Chuan. Es una expresión física perfecta de la filosofía Yin-Yang y funciona dentro de los mismos parámetros y limitaciones.


Mientras otros estilos marciales son violentamente rápidos y rígidos, el Tai Chi es lento y controlado, con técnicas que fluyen sin parar entre sí. Tal como la energía del Yin-Yang mantiene un flujo continuo, así lo hace la técnica Tai Chi. No hay una detención y un arranque rígidos, sólo una mímica natural controlada de la energía. Por eso el Tai Chi a menudo es visto como una de las Artes Marciales más gráciles y pacíficas. Tal como la energía es circular en su flujo, todo el ejercicio en el Tai Chi es circular en la dirección, y así como la energía es un fenómeno natural, las posturas de defensa del Tai Chi tienen siempre una forma natural, no rígidas posturas militares como las del boxeo.


La práctica eficaz del Tai Chi se basa en un entendimiento puro y profundo del Yin-Yang, la visión que el Tai Chi tiene del Chi y del Universo. Sin esta dimensión espiritual de dicho arte, el estudiante no está practicando Tai Chi, sino que él simplemente está realizando movimientos vacíos de poco significado para sí mismo o para el mundo que lo rodea.


Otra arte que trata con la dinámica de la energía fue fundada por Morihei Ueshiba en 1942. El arte japonés del Aikido fue considerado una continuación de las Artes de los Samurai, y toma prestada la mayor parte de su dimensión y expresión espiritual del Bushido (“El Camino del Samurai”), en particular su uso de prácticas tradicionales de espada. Es un sistema relativamente contemporáneo y en gran parte una continuación de los valores y de la cultura japoneses por cuanto es un cultivo de filosofía y espíritu.


El significado de Aikido es literalmente el “hábil camino de descubrimiento de acumulación de Ki”. Ki es la traducción japonesa de Chi, y comparte una definición idéntica. Se sugiere que el Ki “nació” en el mismo instante que el resto del universo, y que nosotros somos todos nacidos del Ki del universo. Todos los organismos vivos tienen un acceso igualitario al Ki, y él recorrerá nuestro sistema si lo permitimos. La práctica diaria del Aikido está dirigida principalmente al mantenimiento de un estado física y emocionalmente equilibrado, y a practicar las formas de cultivar dicha energía.


Tal como el Tai Chi, el Aikido es una expresión física de este modo de ver el mundo. Por consiguiente, no tiene ninguna forma de ataque, porque atacar a un oponente sería como atacar a un miembro de la familia o de dañar el flujo de la energía del Ki Universal que sostiene al mundo. Una vez más, puesto que el Ki se mueve constantemente, así lo hace el artista marcial, con todo el maniobrar del Aikido ocurriendo en patrones circulares. El Aikido también pone gran atención en el aspecto de equilibrio de la energía, y de aquí que haya creado una conciencia de equilibrio esencial para sus maniobras. Las técnicas principales del estilo implican patrones particulares de lanzamiento y lucha que son precisamente dependientes del perfecto equilibrio de quien lo practica.


En el Aikido, como en todas las Artes Marciales, el equilibrio físico y el emocional son co-dependientes. El equilibrio físico ayuda a engendrar el equilibrio emocional. Una comprensión de la naturaleza de nuestro espíritu ayudará al practicante a crear una alineación eficaz de pensamiento y acción. Cuando cada aspecto del individuo está alineado, el individuo está mejor capacitado para adaptarse y cambiar.

En el arte marcial nos encontramos con esa parte esotérica con términos como KI, DO, KIA, MANTRA, MUDRA, MANDALA, etc. Aunque todas ellas se diferencian básicamente tienen un nexo de unión “el espíritu que impregna todo el arte marcial”.

Analicemos una por una y comprobaremos la relación entre el esoterismo y el Budo.

El KI, querer encontrar una definición a este fenómeno es prácticamente imposible en cambio si podemos hacer algunas matizaciones al respecto con el fin de poder comprender este principio. Podríamos definir el KI como la energía universal capaz de crear y mantener vivo todo aquello que podemos pensar. No podemos negar que todas las disciplinas orientales han buscado siempre el mismo fin, el dominio de esta energía poderosa y tan fundamental en el Budo.


A través de la historia las diversas culturas hacen mención a esta fuerza con diferentes nombres como en China CHI, en la India PRANA, Grecia NOUS pero todas concebían a esta energía como de la que dependía todo tipo de vida.


Esta energía tiene la influencia de la fuerza de las dos polaridades el IN-YO, en la India HA-THA o como también en China YIN-YANG. Estas fuerzas centrífugas y centrípetas adquiridas una del Cosmos (positiva) y otra adquirida de la Tierra (negativa) ambas unidas por medio de la respiración son acumuladas en el HARA y una vez comprimida en centro de nuestro cuerpo la proyectamos al exterior. Esta energía al exteriorizarse puede emitir un sonido el KIA, cuando esta manifestación no es sonora se le denomina KENSEI.


Esta energía circula por nuestro organismo a través de nuestros meridianos obteniendo como resultado salud física y equilibrio, tampoco por esta razón hay que entender que la naturaleza del KI sea solo física, es también metafísica, en ella influye la naturaleza de los pensamientos por tanto también en el estado espiritual del hombre, siempre refiriéndonos a este estado como un estado de conciencia.


El cuerpo es la manifestación del espíritu y cuando realizamos cualquier acción tanto externa como interna se tiene que dar la unión de las dos entidades siendo el anexo de unión de ambas el KI, por tanto nuestra mente será el que dirija esta energía en cualquier dirección y a cualquier punto. El Ki en definitiva es la energía vital necesaria y sin ella no podríamos progresar en ningún arte marcial pues la respiración es el vehículo que nos conecta con ese macrocosmos de energía universal. Esta energía universal que se expande por todo el organismo.

Su expresión puede ser como resultado de cuatro fuentes;

La primera es la energía resultante del aspecto genético. Hay seres humanos que por su naturaleza aportan una energía mayor que otros capacitándose de esta manera para adaptarla y accionarla.

Otra como resultado del medio ambiente, esta es la energía trascendental causada por la naturaleza de nuestro entorno interviniendo de una forma muy importante en nuestro estado de animo como consecuencia de nuestra naturaleza individual (un día de sol estamos mucho mas vitalizados que un día gris).


La energía combustible esta la obtenemos del aspecto funcional de nuestros alimentos en la ingestión tanto de sólidos como de líquidos.

Por ultimo la energía carburante resultado de la combustión del oxigeno a través de la respiración nutre al organismo activando todas las funciones.

De la unión de esta energía resultante de cada una de estas vías, nace el KI, invadiendo esta fuerza todo nuestro ser y expresándola a través del proceso de KOKYU (KO inspirar y KYU espirar).


El cuerpo sigue a la energía sin turbarse en ningún momento la conciencia, ambos deben de aceptar la magnitud de esta energía alcanzando un vació de espíritu que da paso a una armonía interior y ésta a la intuición, facultad que no es ni más ni menos que la mirada del espíritu que a través de una respiración justa consigue la concentración suficiente para unir el cuerpo y la mente unión por la que quedamos invadidos de esta energía consciente, que es el KI.

Entre muchos términos utilizados en el arte marcial hay uno en especial que lo utilizamos cotidianamente y también encierra esa parte esotérica. Este termino tan especial me refiero al DO también bastante hermético traducido por la VIA, SENDERO cuyo origen proviene de una ley moral como principio divino karmico.


A este principio Budista en China se le denominaba TAO o DAO. Los japoneses lo representan como el camino que les lleva hacia la montaña sagrada representada por una figura que también simboliza a los cinco elementos, esta figura llamada el GORIN manifiesta el punto de encuentro entre el mundo material y el espiritual.


El hombre en Oriente a través de sus culturas ha intentado encontrar un significado al DO concepto que intervino profundamente en el pensamiento oriental y en las artes marciales convirtiendo estos métodos de lucha en vías de reintegración del ser humano.


El Budo japonés concibe al DO como el camino que nos conduce a un estado espiritual donde liberamos nuestras facultades de nuestras propias limitaciones alcanzando un estado mucho más puro cuyos fines son totalmente humanistas a través de la practica de cualquier arte marcial pues la personalidad adquirida en todas es la misma siempre que sean practicadas con el rigor y la humildad necesarias alcanzando por ello la armonía entre el hombre y la naturaleza.


Este estado armonioso alcanzado entre el ser espiritual y material solo es posible a través de una disciplina en la practica del arte marcial acompañada de una ética de comportamiento.


Para el análisis de cualquier término de Budo en este articulo expuesto necesitaríamos una vida entera para su desarrollo y compresión como es el caso también del último, el KIA.


Hay una máxima SUFI que dice “el que conoce su aliento conoce a su señor”.v Este término semánticamente podríamos traducirlo por manifestación de la energía. Esta situación o estado tiene un rol muy importante dentro de las artes marciales.


Esta manifestación como decimos puede ser sonora, no es un grito vulgar, es una vibración interna que produce la energía de todo nuestro ser cuando se aplica, no es por tanto gutural, es interna proviene del HARA. No es tan solo lo que muchas veces hemos oído el método de paralizar al oponente. En mi opinión creo que en cualquier arte marcial en el momento de ejecutar cualquier técnica a través del KIA liberamos nuestra propia energía interna dándose un estado resultante de la unión de las dos polaridades una negativa (Chikara) fuerza muscular y otra positiva la energía acumulada en el HARA a esta acción concentración del KI se le denomina KIME es en este momento cuando se manifiesta la unión de lo externo e interno, de lo material y lo espiritual el IN-YO
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miércoles, 23 de junio de 2021

Los 10 Principios Espirituales de la Hermandad Blanca




NOTA: Este artículo es una adaptación del libro "Los 10 Principios Espirituales de la Hermandad Blanca" de Ricardo González.

En 1996 , en un encuentro físico con un ser intraterreno en las selvas de Paititi, en Perú, recibí un conjunto de principios espirituales que rigen la vida de una secreta sociedad subterranea: La hermandad Blanca, aquel grupo de seres entroncados con viejas leyendas budistas que hablan de Shambhala y Los Himalayas, se hallarían trabajando secretamente en diversos puntos del mundo, ocultos en sus retiros interiores esperando el momento en que el hombre de la superficie, asuma su rol y misión dentro del orden de un plan cósmico.

Todo esto puede sonar a fantasía. Pero para nosotros, que tuvimos la experiencia de ver físicamente a esos seres, fue real.

Y lo sigue siendo, pues hemos mantenido el contacto en cada viaje o expedición que realizamos a los más importantes centros de poder en el mundo.

El punto de partida para mí fue aquel viaje a Paititi de 1996 y el encuentro con Alcir, el guardián intraterrestre del legendario Disco Solar. Fruto de ese contacto, se desprenden estas “leyes místicas” que pueden ser aplicadas por todo caminante de la luz. Aunque las he publicado en uno de mis libros, para aquellos que no han tenido acceso a esa información, presento aquí un breve resumen de “El Decadron”, los 10 Principios Espirituales intraterrenos.


La Sabiduría de los Retiros Interiores.

La existencia de Shambhala, ciudad matriz del reino subterráneo de Agartha, está más cerca de la ficción que de la realidad para el hombre común.

Como en su momento se juzgó a Troya, o la existencia de tierras más allá de los mares en tiempos de Colón. Sin embargo, la existencia de esos túneles, e incluso de verdaderas ciudades intraterrenas abandonadas —como la misteriosa Cueva de los Tayos, en el Ecuador— ha venido reuniendo el interés de connotados científicos e investigadores.

Son lugares que han podido ser visitados, fotografiados y estudiados. La leyenda es real.


Lo inquietante, no obstante, no es la propia existencia material de estas galerías artificiales, construidas por una civilización desconocida hace miles de años.

El verdadero misterio se encuentra en los habitantes de aquellos laberintos del “mundo de abajo”: ¿Quiénes son? ¿Por qué no se muestran abiertamente? ¿Cuál es su relación con la humanidad? Desde los Nagas de los Himalayas, a la creencia del “Uku Pacha” o mundo subterráneo en el antiguo Perú, las referencias a aquellos esquivos maestros de largas túnicas blancas es abundante.

En la actualidad, los acercamientos con ellos se han seguido produciendo, pero en un marco de discreción y silencio. Y hay más de una razón para explicarlo.

La leyenda cuenta que en tiempos muy antiguos existieron importantes civilizaciones, muy anteriores a Sumeria, Egipto o la cultura Maya.

Me refiero a una verdadera humanidad perdida que se remonta a la época del llamado “diluvio universal”, un evento catastrófico que más de un mito menciona sin importar en que parte del mundo lo escuchemos.

Lemuria, Hiperbórea o Atlántida, son algunos de los nombres que señalan aquellos tiempos “pre diluvianos”, en extremo desconocidos por el hombre.

Esas civilizaciones prehistóricas habrían existido. Y al conocer su destrucción —reza la leyenda— un grupo de sabios maestros se establecieron en refugios previamente construidos bajo la superficie del planeta, en zonas de difícil acceso, como gigantescos desiertos, altas cadenas montañosas o selvas impenetrables.

La leyenda sostiene, además, que en su nueva morada subterránea depositaron los anales de su cultura, un archivo inimaginable de conocimiento, y que sería puesto a disposición de la humanidad de superficie cuando ésta demuestre que se encuentra preparada para conocer su verdadero origen, destino y misión.

Así, sus moradas subterráneas se transformaron en templos, y desde aquel entonces se les llamó Retiros Interiores.

El Decadron sintetiza parte de esa sabiduría espiritual que protegen y que recuerda la esencia de las más importantes enseñanzas filosóficas de todo el mundo antiguo.


Primera Ley: “El verdadero estudiante de la vida empieza estudiándose a sí mismo”.


Este principio, el más importante de todos, afirma que el verdadero estudiante de la vida, de la Tierra, o del infinito Cosmos, al comprender la existencia y naturaleza de una gota de agua puede fundirse con el océano. Una criatura viviente y una estrella no están tan separadas como podrían aparentarlo.

Cada existencia se encuentra interconectada y se rige bajo las mismas leyes.

Según viejas enseñanzas esotéricas, la atenta observación de uno mismo puede transformarse en una herramienta poderosa para penetrar en los misterios de la naturaleza y sus mecanismos.

De hecho, los Maestros de la Hermandad Blanca resaltan por su profundo conocimiento del planeta y el Universo. Su formula no sólo se basa en el importante archivo de información que custodian en sus Retiros Interiores, sino en la comprensión de ellos mismos como parte de aquel Todo. Por ello el primer principio de su código espiritual afirma que uno debe empezar investigando en su propia realidad interior. Muchos se preguntarán: ¿Cómo?

Las formas no son lo importante, sino la intención de aquel que busca.

El silencio y la meditación son buenas consejeras para adquirir momentos de paz y claridad, instantes en donde nuestra mente “verá” claro y podrá evaluar, sentir e interpretar nuestro camino.

Los Maestros dicen que la mente debe observar sin juzgar lo que ve. Entonces automáticamente nuestro sexto sentido —o intuición, si preferimos llamarla así— nos advertirá los pasos correctos para nuestra evolución y aprendizaje, y las circunstancias y acciones que en una próxima ocasión deberíamos evitar.

Pero la atenta observación de uno mismo no sólo involucra la meditación en sí misma, sino un estado de conciencia de todo cuanto hacemos en nuestro desenvolver cotidiano.

Hay cosas que pueden —y deben— modificarse. Y otras que son inherentes a nuestro aprendizaje. Ver nuestra vida desde afuera, como si fuésemos científicos que están pendientes de cada detalle, de cada paso de aquel ser humano que somos nosotros, es un buen ejercicio para comprender desde otra perspectiva el milagro maravilloso que es nuestra existencia, y desde la cual podemos ver el Universo entero.



Segunda Ley: “La luz verdadera alumbra o ciega según la actitud del estudiante”.

La definición más aceptada de la luz sostiene que es una onda electromagnética capaz de ser percibida por el ojo humano. Su frecuencia determina su color. Si le pedimos a alguien que visualice un haz de luz, o una radiación lumínica, lo más frecuente es que imagine un resplandor blanco, brillante y muy claro. Es como si el color blanco reuniera o sintetizara los diferentes matices de la luz. La luz —sostiene la creencia Hindú— fue parte de la creación del Universo a través de la exhalación de Brahma o el “Big Bang” que sugieren nuestros actuales científicos.

La Luz sería la información que todo lo impregna.

Los Maestros de la Hermandad Blanca afirman que existen “varios” estados en la naturaleza de la luz. Dicen que la luz puede ser alterada, modificada, y empleada a conciencia para distintos fines.

Sin embargo, el segundo principio del Decadron se refiere a la luz como una alegoría que va más allá de este concepto. Habla de la luz como conocimiento.Sostiene que su real naturaleza es perfecta, y que depende enteramente del receptor el uso equilibrado de aquella revelación.

En otras palabras, este principio enseña dos cosas concretas:

1. Que el conocimiento verdadero es por naturaleza inocuo. No va a izquierda o derecha, no pierde su balance. Sencillamente, “Es”.
2. Es de responsabilidad del estudiante hacer buen uso del conocimiento. Este puede “iluminar” —conciencia, crecimiento—, o “cegar” —confundir, desorientar— si se lleva a cabo un empleo indebido de lo recibido.


Por ello El Decadron afirma que la luz verdadera alumbra o ciega según la actitud del estudiante. Es interesante constatar que el comportamiento de la luz que estudian los científicos no escapa a la enseñanza de este principio.

Veamos un ejemplo sencillo: Todos sabemos que es peligroso mirar directamente al Sol, pues su radiación podría lesionar nuestros ojos.

Ello no quiere decir que nuestra estrella —una enana amarilla— sea “negativa”, pues nos da calor, abrigo, y permite que la vida sea posible en el planeta.

Sin embargo, en ciertos momentos sí se puede ver la figura solar, como en el amanecer.

En otras circunstancias —como cuando el Sol se encuentra en el cenit— sería más que imprudente. Algo similar ocurre con el conocimiento.El mal uso del conocimiento se ha registrado desde épocas muy antiguas.

Grandes civilizaciones precipitaron su desaparición al perder la línea original de las enseñanzas recibidas. Por ello la “luz” alumbra o ciega de acuerdo a nuestra actitud.


Tercera Ley: “El verdadero soldado de la luz batalla amando a su enemigo”.


Este principio sostiene que cada acción posee una energía.

Desde el acto de la guerra a las más sublimes manifestaciones de amor. Por ejemplo, en experimentos científicos se ha demostrado que un pensamiento positivo tiene mayor energía que un conjunto de pensamientos negativos.

Es decir, combatir el fuego con fuego, no es la mejor formula, y más aún cuando los principios universales —como el de causa y efecto— están operando constantemente.

El Decadron afirma que el verdadero “soldado de la luz” enfrenta las cosas con amor.

Y se refiere al estudiante como “soldado” por cuanto el caminar humano se encuentra en el medio de una intensa pugna de fuerzas e influencias. El sabio chino Lao Tse impartía una forma adecuada para hacer frente a ese conflicto: la quietud.

El árbol manso y moldeable, era más resistente a las embestidas del viento, frente a un árbol duro y rígido, que corría el riesgo de romperse.

Y es que, erróneamente, se ha pensado que una actitud calmada y pacífica es sinónimo de debilidad. Al contrario, es una muestra de poder y control interno.

En un mundo donde es evidente la pugna de fuerzas, la paz interior es la espada que protege al guerrero de la luz. Un guerrero que comprende la naturaleza de su adversario.

Por ello lo ama, no lo odia. Y he allí el secreto del tercer enunciado de El Decadron. El verdadero soldado de la luz batalla amando al enemigo porque su lucha no es un acto de resistencia, sino de no-resistencia, una actitud llena de paz, de quietud, de comprensión, de perdón y, por consecuencia, de control de la situación.

Cuarta Ley: “La verdadera protección radica en el control del miedo interior”.

Los Maestros de la Hermandad Blanca son semejantes a los monjes orientales.

Poseen una gran espiritualidad y sabiduría, pero no por ello dejan de ser fuertes y firmes.

De hecho, una de sus principales tareas es equilibrar la pugna de fuerzas que hay en el mundo.

Como vimos en el capítulo anterior, el caminante debe enfrentar las pruebas e influencias que no vibran en la luz con amor y tranquilidad espiritual. Este nuevo principio que tratamos explora un poco más allá estas situaciones de conflicto, hablando concretamente del miedo y la protección. ¿Qué significa la protección? ¿Por qué su efectividad depende del control de nuestros propios miedos?

Habitualmente, definimos como “miedo” a una intensa emoción desagradable, activada por la percepción de un peligro —sea este real o supuesto—, ante una situación no deseada, o de cara a una experiencia desconocida, desarrollándose en tiempo presente o con inquietud de que ocurra en el futuro. Para muchos estudiosos, el miedo es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural a la “amenaza”. En el caso humano, muchas veces puede ocurrir ante un evento que el individuo no desea por alguna u otra razón.

O que, sencillamente, desconoce, y esa situación le hace sentir indefenso.

Las explicaciones, desde luego, son diversas.

Pero todas concluyen de alguna u otra forma en que el miedo no es contraproducente, sino que opera como un mecanismo natural de supervivencia y adaptación.

Si éste se desborda ante situaciones que tienen control, se podría interpretar como un error de percepción. En otras palabras, muchas veces el miedo puede derivar de la “ignorancia”. En todos los casos, el control del miedo es una herramienta fundamental para enfrentar las situaciones de riesgo o peligro.

Es fácil de deducir que la iniciación en el conocimiento puede disminuir la tendencia al miedo irracional. Los grandes Maestros de la historia humana siempre hicieron énfasis en no temer, pues la verdad estaba viva y nada ni nadie podía hacerles daño. Cuando el caminante conoce cómo operan las leyes universales, el miedo irracional empieza a desaparecer. La verdadera protección radica en el control del miedo interior porque de nada sirve conocer las leyes y ser asistidos por fuerzas superiores, si es que en la misma medida tenemos miedo y aprensión. La mayor protección del caminante es el dominio de sus propios fantasmas y temores.


Quinta Ley: “El verdadero maestro enseña con el ejemplo”.

La sencillez y contundencia de este principio fundamental, no requiere mayor explicación.

Es un consejo antiguo, lleno de sabiduría, y que ha pervivido a través de las edades de la historia. Hoy en día, se ha convertido prácticamente en un adagio popular: “La acción determina cómo pensamos”.

El Decadron afirma —sumándose a otras tantas filosofías de antiguo— que el verdadero Maestro enseña con el ejemplo; es decir, que el poder de su sabiduría se encuentra en la acción, en la obra, como reflejo de sus pensamientos.

Un Maestro es vehículo de conocimiento. Y lo debe inspirar primordialmente con su propia vida. En estos años, aprendí de la Hermandad Blanca estas cuatro verdades sobre la maestría espiritual:

1. Un verdadero Maestro no procura generar dependencias. Procura formar nuevos maestros y no más discípulos permanentes. Su misión no está en formar seguidores, sino conciencias libres.

2. Un verdadero Maestro es humilde por naturaleza. No es perfecto, a pesar de su conocimiento. Puede equivocarse en su sana intención, pero también reconoce el error y lo enmienda con amor y tranquilidad.

3. Un verdadero Maestro no obliga a aceptar sus enseñanzas. Ni impone su punto de vista. Sólo lo expone con amor y sabiduría. Otorga sin juicio alguno el conocimiento y deja que los oídos que están listos para escuchar, escuchen.

4. Un verdadero Maestro es coherente en sus actos con lo que dice y enseña. Si no es así, algo no está marchando bien.

Básicamente, estas cuatro verdades que aprendí armonizan perfectamente en el conocimiento que encierra El Decadron: El verdadero Maestro enseña con el ejemplo.


Sexta Ley: “El verdadero mensajero es aquel que solo transmite el mensaje”.

Un mensajero es puente de una información.

Un instrumento del Universo para hacer llegar determinado conocimiento o enseñanza.

Por ello el Decadron sugiere que su participación en esa importante tarea no altere la real naturaleza del mensaje que se debe entregar. De lo contrario, podría afectar la esencia de lo recibido.

En otras palabras, un mensajero debe evitar cualquier tipo de contaminación del mensaje que debe compartir. En los grupos de contacto muchas veces los mensajes recibidos son alterados inconscientemente por nuestra particular forma de entenderlos y procesarlos, por nuestro carácter y opinión previa sobre ciertos asuntos, e inclusive bajo la influencia de intereses personales.

La enseñanza de los Maestros hace hincapié en que todo aquello que vivamos en el contacto, debe ser transmitido tal y cual ocurrió, sin juzgarlo, sin resistencia, sin intentar interpretar la real esencia de las cosas que se nos dieron. Un verdadero mensajero transmite sólo el mensaje, sin alterarlo bajo ninguna circunstancia.

Y comprendiendo, desde luego, que el mensaje es más importante que el mensajero.


Séptima Ley: “La fe verdadera se sustenta en el conocimiento”.

Nos encontramos ante una de las fuerzas más poderosas del Universo.

Una fuerza que puede ser empleada por el ser humano para cambiar el rumbo de los acontecimientos, modificar su vida, entorno, o al propio planeta.

Podría decirse que es una energía, capaz de hacer cualquier cosa.

Pero nadie sabe exactamente qué es la fe. Habitualmente se la define como “la convicción de lo que uno no puede ver”. También podría traducirse como creer.

Y aquí empiezan a accionar los principios universales, el “secreto” que yace detrás de la fe.¿Qué quiso decir Jesús al afirmar que si tuviéramos fe del tamaño de un “grano de mostaza”, podríamos desplazar montañas? ¿Fue sólo un símbolo aquel ejemplo? ¿O encierra una verdad antigua?La fe, en realidad, no es un acto ciego o irracional.

La razón de ser de la fe puede hallarse en un conocimiento que la sustente, que expliqué por qué y cómo actúa. ¿Esto quiere decir que podríamos mover físicamente las montañas, tal como señalaba Jesús?

Sin duda. Se puede. Pero para lograr aquellas cosas “increíbles” debemos generar una cantidad importante de energía. Por lo menos, del volumen de un grano de mostaza.

Este principio enseña que la fe no mueve montañas sólo por los sentimientos o anhelos humanos, por más poderosos que sean. Habla de leyes espirituales poderosas que podrían explicar cómo opera lo que llamamos fe. S

i sumamos ese conocimiento a nuestra poderosa capacidad de crear lo que creemos, habremos cruzado la línea que separa el discipulado de la maestría. He allí el secreto y sabiduría de esta ley.

Hasta aquí, hemos analizado el mensaje de los primeros siete principios de el Decadron. De acuerdo a los Maestros, los siete enunciados iniciales se concentran de manera especial en el caminante. En la persona o ser que siente vivir y realizar la luz. En los siguientes tres principios —que empezamos a tratar desde este momento— hallaremos un conocimiento orientado principalmente a la mística de grupo.Para explicarlo de otra forma, el discipulado para convertirse en parte consciente de la Hermandad Blanca, requiere de siete pasos, que como vimos consisten en:

1. Conocerse a uno mismo para conocer al Universo.

2. Comprender la naturaleza de la luz y el conocimiento verdaderos.

3. Saber enfrentar las adversidades a través del amor y la no resistencia.

4. Controlar nuestras emociones para hacer efectiva nuestra propia protección.

5. Ser ejemplo de lo que hemos aprendido.

6. Comprender que el mensaje es más importante que el mensajero.

7. Fortalecer nuestra fe en el conocimiento.


Una vez que cruzamos estas siete “puertas”, nos hallamos ante la octava ley. Un enunciado que vibra más en la labor de grupo o hermandad.


Octava Ley: “La sagrada doctrina se torna aun más sagrada si se es consecuente con ella”.


¿Qué significa este nuevo principio? Habla de la “doctrina”.

Pero no en la acepción que muchas veces se relaciona a las religiones organizadas, sino como un conjunto de enseñanzas o principios.

Ser consecuente con las enseñanzas espirituales significa no traicionar nuestro compromiso con nosotros mismos y con la Luz. Servir amorosamente a los principios que nos inspiraron e iluminaron.

En suma, al propósito superior de nuestra misión. Así, en cada acción y esfuerzo, los designios superiores serán santificados, envueltos de una energía de voluntad y servicio.

]Se harán fuertes y adquirirán vida propia. Se transformarán en el alma colectiva de un grupo que trabaja en la luz.

Y esa energía protegerá y asistirá al caminante, y le ayudará en la consecución de la obra.

Por ello El Decadron afirma que la doctrina “se torna aún más sagrada”, pues es nutrida de la energía de quienes vibran en ella y la realizan.

No es sólo un símbolo. Hay allí un poderoso fluir de fuerzas. Este es un secreto que ha sido practicado desde épocas muy antiguas: Cuando un grupo de personas se une bajo el amparo de un principio en el cual vibran y creen, dan forma a un elemento, denominado por los Maestros “La Ley del Núcleo”.

Todo grupo humano, espiritual o bélico, religioso o político, trabaja con la Ley del Núcleo, independientemente de que lo sepan o no.

La energía que generan al reunirse bajo ciertos ideales y objetivos, y trabajar decididamente por ellos, va dando forma a este elemento que se transforma en el “alma” o “Cuerpo Místico” de aquel grupo. Aquel “Núcleo” o “Templo Espiritual”, si es construido sobre la base de ideales elevados y amorosos, en proyección al servicio y la ayuda a los demás, se podría convertir en un foco de irradiación positiva en su momento de maduración. Esta verdad nos lleva directamente a la Novena Ley.


Novena Ley: “El verdadero templo es aquel que se construye sobre la base de sentimientos, pensamientos y actitudes”.

Habitualmente definimos a un templo como un lugar para oración.

El término proviene del latín templum, que designa un edificio sagrado.

En la antigüedad, se le asociaba al cosmos —como si el cielo tuviese su reflejo en la Tierra—, y muchas culturas irguieron maravillosas construcciones para comunicarse con aquellos secretos de la bóveda celeste. Antes del cristianismo, Sumeria, Egipto, Grecia o las culturas americanas —entre ellas los mayas e incas— poseían importantes templos, en donde no sólo se consagraban al Sol o las estrellas, sino también a la propia naturaleza.

Sin embargo, templo no sólo designa una construcción humana para las prácticas místicas y la oración.

Como vimos en la octava ley de El Decadron, un conjunto de ideas o principios pueden ser santificados si creemos en ellos y empezamos a trabajar decididamente en esa dirección. La novena ley nos dice ahora que luego de ese proceso, estamos creando un templo “espiritual”. Por ello advierte que el templo verdadero “…*se construye sobre la base de sentimientos, pensamientos y actitudes”.Esotéricamente, se conoce este fenómeno con el nombre de “Egrégor”, voz verbal del griego clásico que significa “vigilar”, “velar”, “estar despierto”.

Otra interpretación se desprende de la contracción de las palabras árabes “eg” y “gregen”, que significan “eso que reúne” o “lo que reúne”. En otras palabras, el Egrégor sería aquel cuerpo místico que logramos crear gracias a la Ley del Núcleo que agrupa el aporte psíquico. Este principio nos dice que todo lo que sentimos pensamos y hacemos nutre, alimenta y construye nuestro Templo Verdadero que es el espiritual.


Décima Ley: “El verdadero místico es aquel que pone en práctica los principios del Cielo y que muere constantemente por amor al prójimo”.

Es difícil describir la belleza y verdad que encierra este principio. Sintetiza el espíritu de todo verdadero caminante de la luz. Es, sencillamente, la consigna y misión de la Hermandad Blanca: poner en práctica los principios que rigen el Universo y aplicarlos en el servicio a los demás.

Y casi siempre en silencio. No hay mayor misterio, pues “los principios del Cielo” no son otra cosa más que las leyes universales. Un verdadero místico vive y acciona en total conocimiento de estas leyes. Pero, ¿Qué significa morir constantemente por amor al prójimo?

Es una alegoría que señala el sacrificio por amor a los demás. El “sacro-oficio” o nuestro trabajo santo por el próximo, al que tenemos más cerca. Esto quiere decir que nuestra vida debe ser una labor de servicio sin esperar nada a cambio. Una tarea que puede requerir en ciertas circunstancias de grandes pruebas y esfuerzos para purificar nuestras intenciones y el alcance de la obra. “Morir constantemente” expresa constancia en esa misión.

El servicio es el mensaje de la Décima Ley de El Decadron.




lunes, 21 de junio de 2021

ARTES MARCIALES Y MEDITACIÓN








La meditación es a menudo considerada como una manera un tanto mística de la práctica de las artes marciales


Para alcanzar un pleno potencia como practicante de artes marciales es necesario comenzar por la formación de la mente y una forma de conseguirlo es a través de la meditación que ayuda a encontrar el “foco” única manera de ver la oportunidad adecuada para atacar o defenderse.

Por otra parte, la meditación aporta calma al individuo y esto le ayudará a concentrarse y relajarse para manipular la energía (Qi), algo que se obtienen a través de una respiración conocida como embrionaria y basada en las dos polaridades que tiene el cuerpo, una en el cerebro y otra en la zona del abdomen.

La polaridad ubicada en el cerebro es el “asthe Dantian superior”, mientras que la polaridad abdominal es la “Dantian inferior” y se la conocer como la batería que brinda energía para todo el cuerpo donde a través de la meditación es posible almacenar energía que después se suministra a todo el cuerpo.

Ya el Dantian superior, situado en el sistema límbico ubicado entre las orejas y que para muchos maestros marciales es la residencia del espíritu y del verdadero ser. El Dantian superior e inferior se comunican a través de la médula espinal lo que permite que los dos cerebros lleguen a actuar como uno solo.

Yin y Yang son las dos polaridades que regulan el sistema de energía del cuerpo, el lado Yang suministra la cantidad, mientras que el lado Yin suministra la calidad de la energía, ambas unidas mejoran y se hacen más efectivas a medida que el practicante aprende a enfocarse mejor en la meditación.

Es a través de la práctica que se logra un nivel óptimo de concentración donde las distracciones externas no interfieren en la meditación. Los chinos creen que las personas tienen dos tipos de mentes una llamada Yi y la otra llamada Xin , donde Yi es constante y representa la sabiduría, mientras que Xin representa la mente emocional que es la que busca equilibrarse, algo que solo se consigue con la respiración adecuada.

A través de la meditación es posible manipular la energía corporal, calmar la mente y centrarse más todos puntos importante para la práctica de artes marciales pero también aplicable en la vida diaria.

3 TIPOS DE MEDITACIÓN EN LAS ARTES MARCIALES

Meditación con respiración

Todas las artes marciales son una combinación de prácticas que requieren respiraciones profundas y abdominales, con las exhalaciones más largas que las inhalaciones más cortas. Este tipo de respiración es realizada también para hacer circular la sangre y la energía del cuerpo. Desde la parte de arriba de la cabeza hasta el coxis y de nuevo hasta la cabeza; hay que repetir estos mismos ejercicios durante 3 veces. Se cree también que el exceso de energía se almacena debajo del ombligo, donde la meditación junto con la respiración hace fluir esta energía presente en el cuerpo.

Meditación de autocontrol disciplina

Las artes marciales mixtas son aquellas que nos permiten también usar la meditación para limpiar la mente de los pensamientos negativos. El objetivo de esto es que al sentarse y quedarse quieto y enfocar la mente es crear un estilo prácticamente enfocado y disciplinado. Hay que respirar profundamente y deliberadamente al estar parado o sentado y concentrarse en pensamiento inmovibles que brinde fortalecimiento en los modos en los que prácticamente se enseña esta técnica.

Medicación No ente

“No mente” es el estado mental atribuido al budismo zen japonés. En este estado, un practicante no percibe un oponente. Se cree que se convierte en el oponente y sabe qué movimientos se harán en la batalla antes de que se hagan. También llamada Bunkai, esta meditación es la esencia de todas las técnicas de meditación zen, que involucran vaciar la mente de contenido. También se la utiliza en las artes marciales para desarrollar paciencia y disciplina.




viernes, 18 de junio de 2021

EL SOL

 


El sol "muere" durante tres días en el solsticio de invierno, para nacer de nuevo o resucitar el 25 de diciembre.

El sol de Dios es "nacido de una virgen", que se refiere tanto a la luna nueva o "virgen" como a la constelación de Virgo.

El "nacimiento" del Sol es asistido por la "Estrella brillante", ya sea Sirio/Sothis o el planeta Venus, y por los "Tres Reyes", que representan las tres estrellas en el cinturón de Orión.

El sol en su cenit, o 12 del mediodía, está en la casa o templo celestial del "Altísimo"; así, "él" comienza "la obra de su Padre" a la "edad" de 12 años. Maxwell relata: "En ese momento, todo Egipto ofreció oraciones al Dios'Altísimo'!"

El sol entra en cada signo del zodiaco a 30°; por lo tanto, el "Sol de Dios"comienza su ministerio a la "edad" de 30 años. Como afirma Hazelrigg, "... el Sol de los cielos visibles se ha movido hacia el norte 30° y se encuentra en la puerta de Acuario, el Portador de Agua, o Juan el Bautista de la planistica mística, y aquí comienza la obra de ministerio en la Palestina..."

El sol es el "Carpintero" que construye sus "casas" diarias o 12 divisiones de dos horas.

Los "seguidores" o "discípulos" del sol son los 12 signos del zodiaco, a través del cual debe pasar el sol.
* El sol es "ungido" cuando sus rayos se sumergen en el mar.

El sol "transforma el agua en vino" creando lluvia, madurando la uva en la vid y fermentando el jugo de uva.

El sol "camina sobre el agua", refiriéndose a su reflejo.

El sol "calma el mar" mientras descansa en el "barco del cielo". (Mt. 8:237)

Cuando el sol renace anualmente y mensualmente, da vida a la "momia solar", su yo anterior, levantándola de entre los muertos.

El sol triunfalmente monta un y su potro en la Ciudad de la Paz cuando entra en el signo de Cáncer, que contiene dos estrellas llamadas pequeños, y alcanza su plenitud.

El sol es el "León" cuando en Leo, la época más calurosa del año, se llama el "trono del Señor".

El sol es "traicionado" por la constelación del Escorpión, el backbiter, la época del año en que el héroe solar pierde su fuerza.

El sol es "crucificado" entre los dos ladrones de Sagitario y Capricornio.

El sol está colgado en una cruz, que representa su paso a través de los equinoccios, el equinoccio vernal es pascua.

El sol se oscurece cuando "muere": "El dios solar como el sol de la tarde o del otoño era el sol sufriente, moribundo, o el sol muerto enterrado en el mundo de los países bajos".

El sol hace un "tartamudeo" en el solsticio de invierno, sin saber si volver a la vida o "resucitar", dudado por su "gemelo" Thomas.

El sol está con nosotros "siempre, hasta el final de la era" (Mt. 28,20), refiriéndose a las edades de la precesión de los equinoccios.

El sol es la "Luz del Mundo", y "viene sobre las nubes, y cada ojo lo verá".

El sol que sale por la mañana es el "Salvador de la humanidad".

El sol lleva una corona, "corona de espinas" o halo.

El sol fue llamado el "Hijo del Cielo (Dios)," "Todo-Ver," el "Consolador," "Sanador," "Salvador," "Creador," "Preservador," "Gobernante del Mundo," y "Dador de la Vida Diaria."

El sol es la Palabra o Logos de Dios.

El sol que todo lo ve, o "ojo de Dios", era considerado el juez de los vivos y muertos que regresaron a la Tierra "en un caballo blanco".




jueves, 17 de junio de 2021

JUDIT POLGAR. LA MUJER QUE ROMPIO LOS ESTEOROTIPOS MISOGINOS Y MACHISTAS EN EL AJEDREZ. EJEMPLO DE LUCHA


"Una de las cosas que preferentemente deben llamar la atención de la sociedad es la cultura y la educación de la mujer, de la que depende la civilización y el progreso de los pueblos. ocuparse de la educación de la mujer, es ocuparse de la regeneración y el progreso de la humanidad"
                                                                                          Carmen de Burgos




La Gran Dama del ajedrez rompió los esquemas machistas al demostrar que una mujer podía ganar todos los torneos que se propusiera, incluyendo los masculinos, también.

Gracias a los revolucionarios métodos pedagógicos que aplicaron sus padres durante su infancia aprendiendo en casa sin ir a la escuela, dos de las tres hermanas Polgár, Susan y Judit, se convirtieron en Grandes Maestros del ajedrez en 1991. Judit rompió todos los registros de precocidad conocidos hasta entonces y los esquemas mentales de muchos contrincantes masculinos.

El tablero estaba dominado por hombres desde hacía siglos y muchos recelaron al ver unas niñas que les discutían su status. Pero el jaque mate no ofrecía dudas. Ningún movimiento, por rebuscado que fuera, podía atajar el cambio profundo que estaba a punto de producirse de la mano de unas jóvenes húngaras que desafiaban el poder ruso masculino y mundial de las 64 casillas.

Judit Polgár consiguió estar antes de los trece entre los 100 mejores ajedrecistas mundiales y logró el título de GM (Gran Maestro) a los 15 años y 5 meses batiendo el récord de Bobby Fischer por un mes.

Garri Kasparov no alcanzó su máxima puntuación ‘ELO’ (2851 puntos) hasta los 36 años mientras que Polgár la alcanzó a los 29 (2735 puntos). Kasparov consiguió el título de Maestro Internacional a los 14 años, igual que Fischer. Polgár lo obtuvo a los 12. Al campeón del mundo ruso le costó digerir que hubiera alguien más joven que le hiciese sombra y más aún siendo una simple mujer....



martes, 15 de junio de 2021

TRAZADO PRESENTADO POR BENITO JUÁREZ GARCÍA

 




Trazado presentado por el IL.’. H.’. Benito Juárez García


VVMM y QQHH:

Comenzar este humilde trazado, quiero pedir a mi V.’. y al Taller general, su benevolencia para escucharlo y dispensar los errores en que yo incurra, ya que mi capacidad es muy pobre, pero en el afán de cumplir con lo que solicitó nuestro V.’. hice lo que pude, y empezaré diciendo que el significado de masonería, tiene muchas definiciones; pero según lo define el catecismo del aprendiz, es un hermoso sistema moral, o lo que es lo mismo, una asociación de hombres honrados, libres y de buenas costumbres, que buscan el perfeccionismo de la humanidad.

Es un sistema de moral dentro del que caben los principios y creencias de los hombres amantes de la humanidad y del progreso y dotados de rectitud, de criterio y buena voluntad. No es una religión, pero si cuna de todas, ya que acepta a toda persona sin distinción de razas ni credos.

Masonería, según la etimología de la palabra inglesa, significa “albañilería o arte de edificar”, peo los Edificios Masónicos, en vez de tener condiciones y fines materiales, cual es el arte de los albañiles, no es otra cosa que la edificación moral de todas las asociaciones por medio del trabajo y ejercicio de las virtudes por parte de los hombres que componen la Masonería. Esto es lo que yo he encontrado más acerca de los que para mí es la Masonería.

Ahora bien, soy Masón porque me fascina su lema: «Libertad, Igualdad y Fraternidad». Porque se practica la filantropía, que ha sido mi meta antes de entrar en tan augusta Institución, de la cual me siento satisfecho.

Soy Masón, porque ser masón, es ser amigo de los pobres y de las desgraciados de los que sufren, de los que lloran y tienen sed de justicia. Soy masón, porque se practica la tolerancia, se ejerce la caridad sin distinción de razas, creencias ni opiniones: se lucha contra la hipocresía y el fanatismo.


Fraternalmente
A.’.M.’. Benito Pablo Juárez García

lunes, 14 de junio de 2021

LOS MAYAS: PRIMEROS MÍSTICOS AMERICANOS

                                                        Los Mayas: Primeros místicos americanos



 Existen innumerables obras que versan sobre la historia del rosacrucismo y extensas nóminas de personajes que fueron o pensaron como rosacruces, mas en ninguna de ellas se hace referencia a los Mayas. Pueden preguntarse cómo es posible que “esos indios” lleguen a ser considerados como los primeros místicos americanos; sí, esos indios que nos precedieron, esos indios que (como su nombre lo indica: MAYA) fueron una ilusión, que la ambición y la ignorancia ciega de la conquista quebrantó. Los mayas poseían un sistema filosófico en el cual es posible hallar gran parte de los postulados en los que se basan nuestras enseñanzas rosacruces. El maya proclamaba “no existe el tú” sino el “tú eres mi yo” manifestando, de esta forma, que el hombre frente a otro hombre está como contemplándose a sí mismo en su espejo. Esta concepción de la integración humana era totalmente válida para ellos, sin que existieran discriminaciones de ninguna clase. Es verdad que esa actitud de respeto, de solidaridad, de fraternidad, fue siempre interpretada como humillación, sorpresa, admiración y miedo. Sin embargo, el maya fue un pensador y arribó (antes que cualquier otro) a la conclusión de que el hombre es parte de la naturaleza en lo particular y del orden cósmico en lo general, que el hombre es parte del Todo, que disfruta de una porción de inteligencia y (con sus acciones) contribuye a mejorar o desmejorar el ambiente. Afirmaba que todo lo que comemos, lo que bebemos, el aire que respiramos, la energía de la cual disfrutamos, todo es parte de esa naturaleza ya sea como mineral, vegetal o animal. De esta forma, el hombre participa de las virtudes naturales. Esta fue la razón por la cual el maya nunca se enfrentó a la naturaleza, ni se atrevió a dominarla como lo hace el hombre en la actualidad; por el contrario, se convirtió en su aliado respetando sus leyes y comprendiendo la necesidad de entender la conjugación existente entre él y las leyes cósmicas y logrando encontrar las bases de las relaciones entre el ser humano y la naturaleza, absolutamente convencido que cada elemento debía constituirse en cooperador para obtener la armonía cósmica. El hombre precolombino se lanzó a las profundidades de la naturaleza con la certeza de encontrar, en sus elementos, en su esencia, todo lo que hacía falta. De esta manera, sostenía que la tierra estaba íntimamente ligada a la humanidad, que el hombre y la tierra constituían un todo, que el ser de la tierra era el Ser del hombre concluyendo que, al ser integrante del orden natural, era síntesis de lo Cósmico porque era el único Ser que, al igual que esa Consciencia Cósmica, podía creer - crear - hacer. Para los filósofos mayas la tierra misma era un Ser íntimamente vinculado a la existencia del hombre, tanto desde el punto de vista físico, como psíquico. X´mucame era la tierra, pero la tierra viva, la que da vida y la que amorosa nos recoge en su seno cuando morimos. Por ello, sus símbolos eran de vida y muerte concluyendo que de la vida surge la muerte y de la muerte surge la vida. Al reconocer que la tierra era su madre (y en Coatlicue está presente la idea concreta de que ella es la hembra que concibe a sus hijos (los hombres), resultado de la conjugación existente con el Sol, el padre que engendra y produce la presencia de los seres animados) el maya no huyó de la naturaleza sino que se unió a ella con el propósito de mantener el equilibrio. La confirmación referente a que la tierra era considerada un Ser, la hallamos en los aspectos cosmogónicos que giran en torno al Ave Serpiente (símbolo solar terrestre, ya que la serpiente representaba la tierra y el ave el sol) pues como su nombre maya lo indica k ´inichk´Ak´Mo significa ave solar de rostro de fuego y éste era el Ser que intervenía en la formación del hombre como Tepeu, Dios con personalidad de Ordenador que extendía hasta el más remoto rincón del universo su ley invariable de la causalidad, de la proporción y de la semejanza. Dibujaban su ideograma, IK´, en dos posiciones: hacia arriba y hacia abajo, ejemplificando el postulado hermético. Su numeral, seis, se relacionaba con la trinidad causal: tesis, antítesis y síntesis, actuando hacia arriba y hacia abajo. Pero el numeral completo era siete, haciendo referencia al principio que no actúa. Es aquí donde el genio maya descubre la fórmula adecuada, pues a pesar de que las manifestaciones son seis, el conjunto es siete porque se agrega algo que queda innombrado y que reúne en sí todo aquello que escapa a nuestro limitado entendimiento y experiencia y que, siendo parte de Dios, constituye el principio que hace funcionar armónicamente todas las manifestaciones en conjunto. Respecto a la creación, el pensador maya siguió un sentido lógico: los elementos actuaban creando seres, produciendo vida que iba surgiendo de la combinación de los elementos energéticos. De esa serie de células y moléculas que se iban condensando, surgían los seres vivos que la energía hacía nacer. De tal forma, el maya nunca aceptó la creación a partir de la nada. Para él, sólo de algo tuvo que resolverse algo. El signo cero no fue para el maya la Nada Absoluta (como muchos afirmaron), sino el germen, el origen de algo, razón por la cual este símbolo se pintó por medio de una semilla o de un caracol, siempre capaz de producir una cosa a partir de otra. Llegó así a la confirmación de la existencia de una Consciencia Cósmica que llamó Hunab Ku, que quiere decir, el único dador de la medida y el movimiento, representado por un círculo en el cual se inscribía un cuadrado. El filósofo maya no confundió el alma y el espíritu. A la primera la califico como forma y al segundo como fluido solar. Para el maya, todas las cosas tienen forma y todo lo que materializa tiene alma. La forma resulta de la esencia de las cosas, es un actualizarse de la materia, esa posibilidad que logra alcanzar su realidad en la estructura de su forma. El maya, al considerar que el alma es forma, está reconociendo la presencia de la energía que es la que permite que el espíritu (el cual necesita de un vehículo adecuado a su necesidad de mostrarse bajo una forma) se revele. Esa que, al perder su energía, se desintegra y retorna a su primigenia condición de fluido energético reincorporado a sus esencias. Por último, es interesante intentar desentrañar el significado del ave solar, la serpiente emplumada a la que ya hemos mencionado. Quetzal es pájaro, ave, pluma preciosa; cóatl, quiere decir serpiente; Quetzalcóatl es para los antiguos mesoamericanos el Hilo de Dios, un avatar. Pero, si retrocedemos en el tiempo, podremos notar que el culto a la serpiente es más antiguo que el mismo Quetzalcóatl o Kukulkan (nombre maya) y que, de acuerdo a la evolución espiritual del pueblo, se le tenía como símbolo supremo y se le iban agregando atributos, transformándola y adornándola, hasta llegar a ser la serpiente emplumada. Es importante recordar que la serpiente de cascabel (la serpiente maya) tiene una rosa en el centro del cuerpo y sus cuatro lados poseen trece escamas que, multiplicadas por las veinte escamas internas dan por resultado los días del tzolkin, el año religioso. *La rosa central representaba al sol y los cuatro lados simbolizaban los cuatro puntos cardinales formando así una cruz con la rosa en el centro. El cuerpo de la culebra igualmente representaba al sol y los cuatro elementos de la naturaleza asociándose al quincunce, al número cinco, Señor de la Aurora. Cinco: Factor geométrico en la construcción del Universo; la geometría es la quinta de las siete artes; además, son cinco los sentidos objetivos y las facultades. El, es el centro, el sol, el poder creador fuente de vida y energía. Asimismo, la serpiente ondulante se ligaba a las significaciones de movimiento-acción-ritmo y vibración. Ella fue considerada en tiempos remotos como sinónimo de sabiduría. Adornada con plumas pasa a ser pájaro, ave; la complejidad de este símbolo nos demuestra que el hombre no es sólo materia, sino que existe algo invisible, más fuerte: el alma humana que, llegado el momento de la transición, se desprende de su cárcel material y, atravesando las rejas de la prisión carnal, se eleva al infinito. La serpiente emplumada representaba la esencia de las cosas, la vida infundida en la materia primordial. Es evidente que estamos en presencia de lo que podríamos llamar los primeros místicos americanos; místicos que conocieron la rosa y la cruz, que diferenciaron entre materia y forma, que hablaron de energía cósmica, que distinguieron entre actualidad y realidad, que utilizaron (en algún momento del pasado) un idioma muy parecido a éste que nos convoca. Por esta razón, este recordatorio, por los que y para los que nos precedieron en el camino hacia la Luz. Reflexionemos las palabras del filósofo maya: “Soy substancia celeste, en mí está el rocío de las nubes y el llanto del cielo”...



POR MONICA L. PLATANEO, S.R.C. TOMADO DE Revista El Rosacruz A.M.O.R.C...

sábado, 12 de junio de 2021

PALABRAS DE CRISTO A LA MUJER

                                                

PALABRAS DE CRISTO A LA MUJER




Por aquel entonces una anciana, que se había acercado al grupo para oír mejor a Jesús, fue apartada a un lado por uno de los hombres disfrazados, que se puso delante de ella. A lo que Jesús dijo: "No está bien que un hijo aparte a su madre para ocupar el primer sitio, quién no honra siempre a su madre, el ser más sagrado después de Dios, no es digno del nombre de hijo. Escuchad, pues lo que voy a deciros; honrad a la mujer, pues es la madre del mundo, y toda la verdad de la creación divina descansa en ella. Ella es la base de todo cuanto existe de bueno y hermoso, como también el germen de la vida y la muerte. Toda la existencia del hombre depende de ella, pues es su apoyo espiritual y natural en sus trabajos. Ella os trae al mundo en medio de dolores; con el sudor de su frente vigila nuestro crecimiento, y hasta el momento de su muerte le causáis las más vividas inquietudes. Bendecidla y honradla, pues es vuestro único amigo y vuestro sostén en la tierra. Respetadla y defendedla; si obráis así, os ganaréis su amor y su corazón, y os hareis gratos a Dios, por eso se os perdonaran muchas culpas. Amad del mismo modo a vuestras mujeres, su amor ennoblece al hombre, suaviza su endurecido corazón, amansa a la fiera salvaje y hace de ella un dulce cordero. La mujer y la madre -un tesoro incalculable que os dado Dios - Son las más hermosas galas de la creación, y de ellas nacerá todo cuanto habitara en el mundo. Al igual que el Dios de los ejércitos al principio de los tiempos separo la luz de las tinieblas y la tierra firme de las aguas, la mujer posee el don divino de separar en el hombre las buenas intenciones de los malos pensamientos. Y por eso os digo que vuestros mejores pensamientos hacia Dios deben pertenecer a la mujer y a las esposas, porque la mujer es para vosotros el templo divino, donde conseguiréis más fácilmente la felicidad completa. Cread en ese templo vuestra fuerza moral; allí olvidareis vuestros pesares y vuestros fracasos, y allí recuperaréis las fuerzas perdidas, que os serán necesarias para ayudar a vuestro prójimo. No la sometáis a ninguna humillación, pues precisamente con ello os humillaréis a vosotros mismos y perderéis el sentimiento del amor sin el cual nada perdura. Proteged a vuestra mujer para que ella os proteja a vosotros a vuestra familia. Todo lo que vosotros hagáis por vuestra madre, vuestra esposa, por una viuda o por otra mujer que lo necesite lo habéis hecho por vuestro Dios...






"Una de las cosas que preferentemente deben llamar la atención de la sociedad es la cultura y la educación de la mujer, de la que depende la civilización y el progreso de los pueblos. Ocuparse de la educación de la mujer, es ocuparse de la regeneración y el progreso de la humanidad"

Carmen de Burgos


La mujer el ser mas espiritual....



La mujer y el hombre
Víctor Hugo


El hombre es: la más elevada de las criaturas.
La mujer es: el más sublime de los ideales.

El hombre es: el águila que vuela.
La mujer es: el ruiseñor que canta.

Volar es: dominar el espacio.
Cantar es: conquistar el alma.

El hombre es: el cerebro.
La mujer es: el corazón.

El cerebro ilumina.
El corazón produce amor.

La luz fecunda.
El amor resucita.

El hombre es el genio.
La mujer es el ángel.

El genio es inmensurable.
El ángel es indefinible.

Las aspiración del hombre es la suprema gloria.
La aspiración de la mujer es la virtud eterna.

La gloria engrandece.
La virtud diviniza.

El hombre tiene la supremacía.
La mujer, la preferencia.

La supremacía significa fuerza.
La preferencia representa el derecho.

El hombre es fuerte por la razón.
La mujer es invencible por las lágrimas.

La razón convence.
Las lágrimas conmueven.

El hombre es capaz de todos los heroísmos.
La mujer es capaz de todos los sacrificios.

El heroísmo ennoblece.
El sacrificio sublimiza.

El hombre tiene un farol: la conciencia.
La mujer tiene una estrella: la esperanza.

La conciencia guía.
La esperanza salva.

El hombre es un océano.
La mujer es un lago.

El océano tiene la perla que lo adorna.
El lago tiene la poesía que lo deslumbra.

En fin:
El hombre está colocado en donde termina la tierra;
y la mujer en donde comienza el cielo.

viernes, 11 de junio de 2021

PRACTICA DE LA MUERTE CONSCIENTE... LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LAMUERTE

LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y LA MUERTE



TRANSFERENCIA DE LA CONCIENCIA AL MOMENTO DE LA MUERTE 

La postura para morir.

León dormido

Consiste en acostarse del lado derecho, la mano izquierda reposa sobre el muslo izquierdo, la mano derecha se coloca bajo la barbilla, tapando el agujero derecho de la nariz. Las piernas se estiran, dejándolas ligeramente dobladas. En el lado derecho del cuerpo hay ciertos canales sutiles que favorecen el viento karmico del engaño. Al acostarse sobre este lado en la postura del león dormido y tapar el agujero derecho de la nariz, se bloquean esos canales y se facilita el reconocimiento de la luminosidad cuando amanezca en la muerte. Además esa postura ayuda a la conciencia a salir del cuerpo por la abertura de la coronilla, pues todas las demás aberturas por las que podría salir quedan bloqueadas... Así murió Buda.

La transferencia de la conciencia al momento de la muerte se relaciona con el último de los seis yogas del Naropa, llamada Powha, a través de la práctica del Phowa se aprende a transferir la propia conciencia, a través de la parte superior de la cabeza, directamente a un reino puro, evitando de esta forma alguna de las experiencias típicas que ocurren en el momento posterior a la muerte.


LAS SEIS YOGAS DEL NAROPA

El Yoga Tibetano dice que la mente y energía fluye en canales, que son
esenciales para la vida, y que corresponden con el sistema solar y las rotaciones lunares.


Las Seis yogas de Naropa (tibetano na-ro'i-chos-drug), también conocidas como los Seis dharmas d
e Naropa, describen un conjunto de meditaciones tántricas compiladas alrededor de la época del monje y místico Indio Naropa (1016-1100), que fueron transmitidas a su estudiante Marpa el traductor...

Tumo (Tib:gtum-mo) — Yoga del calor interno. El tumo se relaciona con la descripción de las sensaciones de intenso calor en el cuerpo, se dice ser un efecto parcial de la circulación del prana por los chakras. Consiste en "generar", con la "visualización", en tal caso, se suele imaginar una esfera luminosa y cálida en el interior del cuerpo, la esfera imaginada como constituida por el prana que se aspira y saber distribuirla mediante "técnicas" precisas basadas en el ejercicio de la respiración, la relajación y la concentración de la atención en determinadas partes del cuerpo). El calor psíquico o Tumo se considera la base fundamental para la apertura de los chakras y hacerse capaz de absorber la mayor enseñanza de los seis yogas de Naropa.

Gyulu (Tib:sgyu-lus) — Yoga del cuerpo ilusorio. En este caso, la práctica de Gyulu (rdzogs llanta) es la segunda fase de transformación tántrica y se crea un cuerpo mental muy refinado por medio de la unión del prana sutil y la mente sutil dentro del organismo. Este Gyulu proporciona una base adecuada para la manifestación del cuerpo de luz y por lo tanto puede ser creado en vida a través de la práctica.

Ösel (Tib:hod-gsal) — Yoga de la Clara Luz o de la Luz Radiante. Por el logro de esta etapa de purificación en esta vida, uno puede aprender a reconocer la luz clara, que suele aparecer en diversas formas durante el Bardo (proceso) de la muerte. El perfeccionamiento de esta práctica se conoce como Od Säl en tibetano: reconocer, visualizar, y ser capaz de celebrar la visión de la luz innata en sus diferentes aspectos. En la tradición budista, se piensa que revela la luminosidad y union de la vacuidad y la sabiduría primordial, la verdadera naturaleza de la mente vacua. Los no practicantes perciben sólo un flash de luz blanca en el momento de la muerte.

Milam (Tib:rmi-lam) — Yoga del Sueño. Con el fin de hacer que el tiempo que pasamos soñando sea más significativo, en primer lugar debemos reconocer que estamos soñando. Ese es el ejercicio inicial. El siguiente paso es la transformación del llamado sueño, la tercera se conoce como la multiplicación. De acuerdo con esta enseñanza, existe una correspondencia entre los estados de sueño y nuestra experiencia cuando morimos. Después de las experiencias del estado intermedio, una persona sale de ella, una nueva ilusión kármica se crea y comienza otra existencia.

Bardo (Tib:bar-do) — Yoga del Estado Intermedio. Es algunas veces tratado como una extensión del Yoga del Cuerpo Ilusorio. Al trascender las cosas mundanas y las discriminaciones, uno se dice que allanaría el camino para la realización de la innata sabiduría y acabar de una vez con la dualidad. Es un estado muy puro de mente y ánimo cercano al de los inmortales.

Phowa (Tib:hpho-ba) — Yoga de la Transferencia de Conciencia. Este puede ser a una tierra pura (campo de energía de un Buda) o bien a otro ser vivo o muerto. Puede ser traducido como "Transferencia de la conciencia al momento de la muerte". Esta práctica es la última de los seis yogas de Naropa. A través de la práctica del Phowa se aprende a transferir la propia conciencia, a través de la parte superior de la cabeza, directamente a un reino puro, evitando de esta forma alguna de las experiencias típicas que ocurren en el momento posterior a la muerte. Cuando un practicante avanzado logra con éxito las prácticas de Longde y Menngagde, él o ella se da cuenta del Cuerpo arco iris. Desde su punto de vista, no suele ocurrir cambios. Sin embargo cuando un practicante muere y es enterrado, desde el punto de vista de un observador externo, las siguientes situaciones ocurren: el cadáver no se descompone, pero empieza a disminuir hasta que desaparece. A veces, las uñas y el pelo se quedan atrás. 


La práctica de los seis yogas del Naropa incluye la práctica del fuego interno como tema principal.

Son 6 ejercicios básicos y 39 secundarios, se practican los seis niveles de ejercicios básicos y se introduce en la restauración de las funciones energéticas de los vientos interiores, los cinco vientos interiores, los cinco vientos principales y los cuatro chacras

Los beneficios de la práctica del Yoga Tibetano son:

1. Prolonga la vida

2. Limpia los canales y los chakras

3. Previene desordenes psíquicos y energéticos

4. Cura los diferentes desordenes psíquicos mediante ejercicios

5. Potencia el despertar de la mente

6. Mejora la memoria

7. Proporciona una experiencia espiritual


RESPIRAR ES LA FORMULA MAS BÁSICA, DEVUELVE LA CONEXIÓN ENTRE LA ENERGÍA UNIVERSAL Y LA RESPIRACIÓN SENCILLA




Internamente sin identidad, externamente sin apegos,
si no hay, ya no puede haber nada que yo quiera. 
Cuando yo no quiera nada, todo me sobra
Siendo nadie
¿Quién muere?



                                                                                                                                 René Cervantes Díaz


jueves, 10 de junio de 2021

UN MAESTRO ESENIO...



UN MAESTRO ESENIO




Un maestro esenio puede ver que el amor del Padre fluye por el Cosmos.

Acepta su misión en la tierra y la lleva a cabo con entrega absoluta.

No es ajeno al mundo, sino que sabe mantener ambos pies en la tierra.

Sabe qué es lo esencial en la vida porque es consciente de su esencia.

No está por encima de las cosas, sino que se mantiene en su justo centro, para así, poder experimentar y comprender la verdadera relación interior de todos los acontecimientos.

Conoce las tres formas de la creación:

Sabe que la fuerza creadora actúa a través de nuestros pensamientos, de nuestras palabras y de nuestros actos.

Es consciente de que puede crear cosas buenas, e igualmente cosas malas y que éstas tan solo son buenas o malas a partir de nuestra propia valoración.

Sabe que lo más importante en el universo es el equilibrio, la armonía entre el bien y el mal.

Reconoce que la luz, no puede ser luz sin la sombra, y que todo tiene y necesita tener su polo opuesto.

Vive en unidad con todas las estructuras vivientes y con todos los seres vivos.

El profundo respeto que siente hacia la llama divina que mora en el interior de cualquier ser vivo le impide maltratar a las criaturas indefensas y causarles cualquier daño o dolor sin necesidad.

Considera a todos los seres vivos como un templo del Padre Celestial.

La tierra y la naturaleza son para él como una Madre viviente, la madre asistente que le ampara y sana su cuerpo, su mente y su alma.

Vive su vida siendo consciente de por qué y para qué permanece en la tierra.

Reconoce los principios fundamentales del aprendizaje y acepta la ley de la compensación entre todos los seres vivos.

Sabe que todo lo negativo y enfermo sólo se origina a partir de la desarmonía.

Ha aprendido a reconocer las distintas vibraciones de la materia y a armonizarlas.

Sus pensamientos no están limitados a su vida actual.

Es capaz de ver el progreso del mundo como un perpetuo presente, en el cual, el tiempo

–pasado, presente y futuro– son uno solo y se mantienen en armonía divina

Vive en constante unión con todo, de modo que nunca se siente solo ni aislado;
y sabe diferenciar lo imperecedero de lo transitorio.

Su alma serena reposa en el regazo del Padre y sabe que éste le guía a través de sus Ángeles.

Para él, la muerte es el primer paso del camino de regreso al hogar, un nacimiento que le devuelve al Ser original.

Con todo su ser, ofrece el amor del Padre, el cual siempre mora en su interior, y junto a ese amor emana paciencia, comprensión y bondad con la placidez de los iniciados...


Escrito tomado de la red...



  


                                                                                   René Cervantes Díaz


MASONERIA LIBERTARIA

GENERALIDADES AIKIDO ENCICLOPEDIA..... J. SANTOS NALDA

 

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