En casi todas las tradiciones ancestrales de cualquier continente se ha dado el fenómeno del chamanismo y con ello el uso de las plantas sagradas. A pesar de lenguas y orígenes distintos, existen múltiples coincidencias dadas por la estrecha relación cultura-naturaleza, en las que las plantas sagradas ocupan un lugar central.
El encuentro con la sabiduría de las plantas y sus elementos conduce al interior, a Dios y al Cosmos. Esta manifestación espiritual obtenida al ingerir ciertas plantas de poder tiene su fuerza en el conocimiento de los elementos químicos que poseen, los cuales hacen a las plantas curar, a la persona enfrentarse con su interior, sanarlo. Este conocimiento de las plantas es paralelo al del cuerpo humano, por lo cual, quienes lo saben unen el misterio de la formación orgánica de la Naturaleza con las neuronas y los elementos químicos que estructuran a la humanidad.
La palabra psicodélico viene del griego psyche (mente, alma) y delos (manifiesto), lo que se traduce como “el manifiesto de la mente”. Fue acuñada por Humphrey Osmond (psiquiatra que trabajó con Huxley) y se refiere a cualquier sustancia que, a dosis bajas, produzca cambios en la percepción, estado de ánimo y pensamiento sin afectar la memoria o las capacidades intelectuales de quien la consume.
Componen un grupo heterogéneo difícil de clasificar, ya sea
por su estructura o mecanismo de acción, pero básicamente se dividen en dos
vertientes: los alucinógenos clásicos y los alucinógenos no clásicos (o
anestésicos disociativos). El primer grupo lo componen la psilocibina (hongos
alucinógenos), DMT (Ayahuasca), mescalina (peyote), MDMA (éxtasis o tachas),
dietilamida de ácido lisérgico (LSD), entre otros. Por otro lado, los
alucinógenos no clásicos son representados en su mayoría por la ketamina (un poderoso
anestésico utilizado en cirugías).
Ambos grupos poseen mecanismos y efectos distintos (los
alucinógenos clásicos se unen a receptores de serotonina mientras los no
clásicos a receptores NMDA) aunque el resultado es el mismo: aumento del
glutamato en la región prefrontal del cerebro. El glutamato (ácido glutámico)
es la principal molécula (neurotransmisor) excitatoria en el cerebro. Está
presente en más del 80% de las conexiones entre neuronas (sinapsis neuronales)
e interviene en tareas complejas como la percepción de estímulos, ordenes
motoras, la memoria, el aprendizaje, la atención y el razonamiento. Por otra
parte, la corteza prefrontal es una de las áreas evolutivamente más
desarrolladas del cerebro, a tal grado de ser considerada como la región que
nos diferencia de otros animales. Está involucrada en los pensamientos
complejos como la toma de decisiones, establecimiento de juicios acerca del
bien y el mal, expresión de la personalidad y comportamiento social. Su mal
funcionamiento se relaciona con enfermedades psiquiátricas como la
esquizofrenia, la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo.
La corteza prefrontal medial, junto con la corteza cingulada
posterior, forma parte de la red neuronal por defecto (RND); un conjunto de
regiones cerebrales responsables de la actividad neuronal mientras la mente
está en reposo. Investigaciones apuntan que la RND lleva a cabo procesos
meta-cognoscitivos, es decir, esta red está activa cuando la mente deambula,
reflexiona acerca de uno mismo o se “sueña despierto”. La adecuada conexión
entre estas regiones parece esencial para mantener el estado de consciencia
durante la vigilia y a la vez, parece restringir otros posibles estadios
cerebrales, lo que limita el tipo de experiencias conscientes. Las drogas
psicodélicas irrumpen en el funcionamiento de esta red y permiten que salgan a
la superficie patrones más amplios de actividad cerebral. Además, distintas
vías intracelulares activadas por los psicodélicos resultan en la expresión de
proteínas (factores de crecimiento) que controlan la capacidad regenerativa de
las conexiones neuronales cuando hay algún daño (plasticidad cerebral).
AYAHUASCA
El nombre Ayahuasca proviene del quechua: Aya significa "alma" y huasca significa "vid", por lo que se traduce como "vid del alma".
Para que haga efecto la Ayahuasca se llega a mezclar con 32 plantas más, es decir 32 más la Ayahuasca, dan 33, los 33 grados de la masonería.
Es
el ‘elixir de Dios’, el amor hecho bebida, citan algunos de los especialistas y
conocedores sobre los efectos de la planta.
Es la porción por excelencia del mundo amazónico y nexo de unión entre diversas culturas que tienen en común el consumo individual o grupal de la bebida con diversos fines, que abarca desde lo curativo, o lo que tiene un carácter espiritual, y de revelación personal.
La
ayahuasca o liana y un arbusto llamado Chacruna, es una planta sagrada que
tiene un origen milenario en las culturas del amazonas, en el Perú en el
continente sudamericano.
Nótese
la similitud con la forma de la serpiente, el adn entrecruzado...
El consumo de la Ayahuasca genera efectos alucinógenos a causa de la presencia del DTM (dimetiltriptamina)componente psicoactivo primario en la planta.
La bebida de ayahuasca, es utilizada desde hace más de cinco mil años por los llamados “chamanes”, curanderos o ‘maestros’. Y es usada en Perú en centros para rehabilitar a los toxicómanos, que son personas adictas a drogas duras o prohibidas, entre otros fines.
La ayahuasca activa la glándula pineal en el cuerpo humano. Esta glándula está situada en el centro del cerebro. Las glándulas secretan hormonas importantes, y la “felicidad” y “bienestar” de las personas que la consumen está directamente afectada por la armonía de la glándula pineal.
La ayahuasca no es una droga, tampoco crea dependencia y no provoca estados de alucinación desequilibrados, ni existe perdida de la conciencia. El sentimiento es total control.
La persona sabe perfectamente donde está. 40 minutos después de la ingesta de la ayahuasca, la consciencia se altera, y cambia las ondas cerebrales.
La ayahuasca ayuda a curar las enfermedades
que tienen origen psicosomático, como el estrés, la depresión, la angustia, la
ansiedad, además de miedos e inseguridades. Purifica la sangre, dolores de
cabeza, malestares del cuerpo, o diferentes enfermedades que no tienen origen
conocido.
Estudios recientes han demostrado que el consumo de esta bebida sagrada promueven el nacimiento de nuevas neuronas, fenomeno llamado neurogenesis, ayudando a trastornos neurologicos y enfermedades degenerativas como el Alzhaimer, a mejorara las capacidades cognitivas.
AYAHUASCA
Y LA GRAN SERPIENTE COSMICA
Jeremy
Narby ha llegado a la conclusión que la serpiente cósmica, aquella que se ve en
las visiones del Ayahuasca y la que la representa, es, ni más ni menos, que
nuestro propio ADN. En la actualidad Narby es considerado como el principal
estudioso de la simbología de las serpientes cósmicas en el mundo.
HONGOS-
PSILOCIBINA
La
psilocibina es un alcaloide que se encuentra de manera natural en ciertos tipos
de setas, las cuales son conocidas por ser hongos alucinógenos.
El
consumo de estas setas a modo de droga recreativa se debe a sus efectos
alucinógenos, los cuales llevan a muchas personas a ingerir las setas por el
mero interés que despiertan estas experiencias; algunos usuarios lo definen
como soñar o pasar a ser conscientes de otras realidades, utilizando un léxico
vinculado al misticismo.
La
psilocibina es un compuesto natural que pertenece a los psicodélicos
serotoninérgicos. Este elemento funciona como un disparador de los receptores
de serotonina del cerebro. Saber esto ayuda a determinar qué zonas del cerebro
y estados de conciencia se activan con los psicodélicos. Un estudio del
neurocientífico cognitivo Frederick Barrett, del Centro Johns Hopkins de
Investigación Psicodélica y de la Conciencia, resalta que la psilocibina afecta
la actividad neuronal del claustrum.
El
claustrum es una región del cerebro rica en receptores de serotonina que se
encargan de organizar la actividad cerebral. Tras realizar distintos escáneres
cerebrales en tiempo real, Barrett demostró quela psilocibina reduce la
actividad del claustrum en un 30%. Este porcentaje coincidió con una
disminución de sentimientos subjetivos como el ego.
En pocas palabras, bajo los efectos de los hongos psicodélicos (o más específicamente, la psilocibina) el claustrum pierde su organización restringida. Para los neurocientíficos Robin Carhart-Harris y Karl Friston, dicha desincronización permite la conexión entre otras regiones del cerebro hasta producir un cambio de conciencia. Es decir, los hongos trabajan como destructores de la conciencia estipulada. Nos invitan a descubrir los millones de conexiones que puede concretar el cerebro y avanzar hacia un nivel de conciencia distinto.
La psilocibina tiene una efectividad del 80% como
tratamiento para dejar de fumar, un 50% más que cualquier otro método conocido
hasta la fecha. También se está investigando para aliviar el dolor en pacientes
terminales y ahora la Universidad Johns Hopkins de Baltimore ha dado a conocer
un nuevo estudio con 79 enfermos de cáncer que ha probado que una sola dosis de
psilocibina puede aliviar la depresión y la ansiedad al menos durante seis
meses.
El hongo originado en mesoamérica que consumía esa sociedad era llamado Teonanácatl, que se traduciría como “el hongo de dios”, y no era la única sustancia psicodélica que acostumbraban consumir.
De
acuerdo con testimonios de Fray Bernardino de Sahagún y Toribio de Benavente
Motolinia, los primeros misioneros en acudir a las tierras Aztecas posterior a
la conquista, los originarios tomaban chocolate antes de consumir los hongos
con miel, ayunando previo a consumir lo que fue descrito como un “sacramento”,
ya que se les permitía conectar con los dioses. Sahagún describió al
Tenonáncatl como “un pequeño hongo negro que llaman nanacatl, que ejercía en
los indígenas de manera terrorífica, excitante, perturbante o imprimía en ellos
una alegría notoria". Asimismo Francisco Hernández, médico de la Nueva
España describió tres tipos de hongos, señalando unos como que provocan risa,
otros que causaban visiones de demonios y guerras, y otros que se usaban para
fiestas. “Tenían otra manera de embriaguez que los hacía más crueles”, señaló
Motolinia.
En
particular, el hongo que se utilizaba para las ceremonias religiosas era el
Psilocybe mexicana, apodado “Pajarito” según algunas fuentes, y era usado para
invocar a los dioses o entrar en contacto con el inframundo o hasta predecir el
futuro. Estas costumbres provocaron horror e intriga en los misioneros y
conquistadores. Ahora, son vistos como alternativas para tratar la depresión y
ansiedad.
Los
niños santos de María Sabina.
PAPA NOE. SANTA CLAUS
Alrededor
de la imaginaria de Santa Claus podemos ver simbología común a la ancestral figura
del chamán, el primer sacerdote de la humanidad, puente entre el mundo visible
e invisible, sanador y artista, eje de la comunidad.
Por
una parte el traje rojo y blanco de Santa, remite a la amanita muscaria un
poderoso hongo alucinógeno usado por chamanes desde Laponia hasta Siberia, el
cual ha sido vinculado con el mítico “soma” de los vedas, la sustancia divina,
por el investigador Gordon Wasson. El traje de Santa Claus recuerda, también, a
los trajes de los leñadores y cazadores de hongos de los paisajes del norte.
PEYOTE
El
peyote (lophophora williamsii) es una cactácea originaria del desierto del
norte de México y sur de Estados Unidos cuyas propiedades medicinales y
enteógenas han sido ampliamente debatidas, satanizadas, pero también estudiadas
y aprovechadas desde hace cientos de años por las naciones huichol y
tarahumara, entre muchas otras.
Existe
evidencia de que el peyote ha sido utilizado por grupos humanos desde hace casi
6 mil años, aunque los cronistas de Indias también lo describieron
profusamente, elogiando sus propiedades medicinales y denostando la
"idolatría" que producía en los colonizados, quienes a menudo le
ofrecen a los botoncitos de peyote ofrendas de maíz, tabaco e incienso.
La
sustancia cativa del peyote es la mescalina, la mescalina es un alucinógeno
psicotomimético. Se trata de una fenilalquilamina alcaloide extraída
principalmente de dos tipo de cactus, el mezcal y el más conocido peyote, si
bien existen otras variedades de cactus como el San Pedro que también la
contienen.
Inicialmente genera un sensación de euforia para posteriormente pasar a una fase de sedación. El consumo de mescalina provoca alteraciones perceptivas entre las que destaca que una visión en la que se perciben con más intensidad y brillo el color de los objetos. También suelen ver patrones geométricos.
También es habitual que se presente un aumento de la sensibilidad artística y la percepción del arte tanto visual como sonoro (motivo por el que diversos artistas la han empleado ocasionalmente). Asimismo, tiende a generar situaciones de introspección profunda y reflexión sobre la propia vida y la existencia.
Pueden
presentarse visiones y alucinaciones de índole variable. La presencia de
alucinaciones suele requerir dosis elevadas. En ocasiones puede haber
despersonalización y pérdida del sentido del espacio-tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario