SIGNIFICADO ESOTERICO DE LA SANGRE
“El alma está en la
sangre” (Levítico XVII, 14)
"La sangre es
la vida" (Devarim / Deuteronomio 12:23).
“La sangre es un
fluido muy especial” (Goethe, Fausto)
“Lo que tiene poder
sobre tu sangre, tiene poder sobre ti” Rudolf Steiner
Los escritos de antiguos textos alquímicos
revelan:
"La Sangre es la primera encarnación del fluido universal, es la materialización
de la luz vital. Su nacimiento es la maravilla más maravillosa de la
naturaleza; vive solamente para transformarse perpetuamente en si misma por eso
es el Proteus universal. La substancia
universal con su doble movimiento, es el gran "arcanum" del ser y el
gran "arcanum de la vida."
La sangre es un fluido que a
nivel vital sustenta a la persona y le permite descargar lo que no le sirve, y
a nivel espiritual, le permite conectar con la respiración; el puente de unión
de la personalidad y la consciencia. Al inspirar fluimos hacia adentro para
conectar con nuestro interior, y al espirar volvemos a las relaciones del mundo
exterior, permitiéndonos así vivir en el mundo interior de las imágenes y el
mundo exterior de los seres vivos. Milenios antes de que Ibn al-Nafis, Miguel
Servet y William Harvey describieran la circulación de la sangre ya el
Deuteronomio afirma que “la sangre es la vida”, o más literalmente “la sangre
es nefesh”, el alma vital.
La sangre ha sido considerada
desde hace muchos milenios como aposento del alma humana. En Egipto se creía
que la sangre era el vehículo de la conciencia. El espíritu del ser humano se
movía a través de la corriente sanguínea. En la Biblia se dice: “La sangre es
el alma o vida de toda carne. (Levítico 17,14).
Steiner afirma que la sangre es la expresión material del yo superior o
ego interno, y que ésta no puede plasmar algo diferente a lo que posee.
La sangre hace un proceso de
combustión para purificarse de los tóxicos respirando y alimentándose. La
sangre mantiene el cuerpo a través del oxígeno y los nutrientes y es también la
que permite al Ego expresarse. En su recorrido hacia adentro, conecta con el yo
interior y con la consciencia cósmica y en su camino hacia fuera, expresa su
ser desde su personalidad y su presencia.
La sangre es el elemento de unión
de todo en el cuerpo.
La consciencia reside en la
sangre y los códigos cristalinos de nuestra sangre, contienen tanto las
memorias de todas las experiencias que hemos vivido, como la información de
nuestros antepasados.
Probablemente la sangre tenga su origen en el plasma marino, pues tanto
el agua marina como la sangre, comparten cierta estructura y cierto equilibrio
interior en relación a sus elementos. El agua de mar contiene los 118 elementos
naturales de la tabla periódica de Memleleiev. El agua de mar es un plasma
parecido a la sangre humana, pero es más salino, tiene más cloruro sódico que
nuestra sangre.
El espíritu de Dios está en la sangre… Génesis
9.4.
La palabra Adán significa Dios (elohim) en la sangre (dam).
En el lenguaje romano, sangre es sanguis, es prácticamente idéntico a
la raíz Anguis, serpiente, el animal que más ligado está a la tierra, por su
rastreo y magnetismo y por la fijeza de su mirada. Más en lo particular, los
antiguos asociaban la serpiente a la fuerza sexual masculina del falo en
erección, exteriorizada por el abundante aflujo de la sangre. En esto, la
serpiente ha estado a menudo asociada al árbol, representado e espiral
alrededor del tronco, queriendo indicar, la asociación de ideas entre el falo
(árbol) y la fuerza de erección (serpiente). Además la serpiente en acción
levanta la cabeza y parte del cuerpo, asumiendo la posición erecta.
La sangre cuando está activa, es decir caliente, tiene la propiedad de
expandirse, evaporarse de manera
imperceptible, se eterifica a través de las partes del organismo humano, esta eterificación
de produce principalmente a través de los pulmones, con el aire que transmite
esa sangre, también a través de la sudoración, la mirada, la palabra, etc....
la sangre es magnética, pues es rica en hierro, este mineral es extremadamente
magnético y atractivo.
La sangre es un vehículo de distribución del magnetismo presente en
nuestro cuerpo etérico, así como el sistema nervioso. El cerebro es el gran
condensador de esta energía magnética.
El cuerpo etérico obtiene la
energía de tres partes, las cuales intervienen en su alimentación cotidiana, a
saber:
1) El Sol y la tierra. 2) El aire
y 3) Los alimentos físicos.....
La sangre O es la más antigua, se relaciona con la caza, el tipo A se
dio cuando comienza el sedentarismo, son los agrarios, el grupo B es el más
nuevo, por decirlo así, se dio en alguna parte de los Himalayas, se cree fue
origen de una mutación por los cambios climáticos..... El grupo AB es el más
moderno, pero también es el más raro
La Francmasonería ha sido una de las instituciones que ha preservado
mucho de la antigua arcana. Gerald Massey sugiere que la palabra
"Mason" se deriva de la palabra sen que tiene el significado Egipcio
de "hijo, por la sangre y la hermandad," y de Ma o "La Verdad
personificada," cuyo color es el rojo – Mason – hermandad de la sangre en
el sentido oculto o místico.
Miembros de la fraternidad Masónica son a veces llamados como
"Hermanos de la Unión o del Lazo Místico." ¿Que es una unión o lazo?
La respuesta se encontrara entre los Egipcios. La union-Tet, ahora se relaciona
generalmente con un lazo o corbata, fue el símbolo antiguo de la sangre de
Isis, o tambien por ej. La sangre de la viuda – el lazo místico, la unión de la
sangre, la unión del alma en la sangre, la sangre desprendida al aplicarse las
puntas del compás. Por medio de la unión del más sagrado de los elementos en la
ceremonia de la hermandad de la sangre, el alma de la sangre fue comunicada y
todos los que la poseyeron fueron como un hombre. Esto es, tenían un alma común
– el alma de la sangre, la cual estaba por encima de todas las otras. El hombre
que le falla a sus hermanos de sangre se falla a sí mismo, a su alma y a sus
ancestros.
Blavatsky quien habla de la
sangre basándose en las milenarias enseñanzas orientales: “los anatómicos yerran
cuando dicen que el bazo es sólo la fábrica de los leucocitos o glóbulos
blancos de la sangre, cuando en realidad es el cuerpo astral. Los glóbulos
blancos son de naturaleza astral, y de este plano son exudados por medio del
bazo. Los glóbulos rojos son, a manera de gotas de fluido eléctrico, la
transpiración de los órganos exudadas de las células. Son ellos la progenie del
principio fohático. El hígado es la conexión somática del deseo (Kâma, en
sánscrito). Kâma es la vida y la esencia de la sangre, que se coagula cuando
éste la abandona”.
Existe un paralelismo entre el hígado y el planeta Marte, ya que el
primero es el látigo que mantiene el ritmo vital en el ser humano, y el segundo
es el dinamo del sistema solar, el cual envía un rayo rojo animador a todos los
seres dentro de este esquema solar. Por tanto, el color rojo entra a formar
parte del planeta Marte, de la sangre, del hierro (no olvidemos que la base de
los glóbulos rojos es el hierro) y de Kâma (vehículo o cuerpo de deseos).
Dice Goethe, en Fausto, y según
se expresa en un viejo aforismo citado por Rudolf Steiner: “Lo que tiene poder
sobre tu sangre, tiene poder sobre ti”. Este es el profundo significado de la
cita de Fausto: “Firma el pacto con tu sangre, entonces te tengo a ti, por
medio de aquello que domina a todo hombre”. La sangre cristaliza de forma
diferente en cada ser humano, pues en ella se recoge la historia del alma
humana: su evolución, sus pasiones, sus éxitos, sus fracasos, sus esperanzas,
todo ello en formas etéricas que circulan por la sangre, por lo que podemos
hablar de ella como una especie de “registro” del ser humano.
En el caldero inferior del
cuerpo, la sangre se va formando a
través de los riñones, que abastecen la sangre en la médula de los huesos, el
hígado que la almacena, el pulmón que la mueve, el corazón que la hace
circular, el miocardio para que los glóbulos rojos y plaquetas estén
equilibrados y el bazo para que la distribuya.
El Bazo además, produce los
glóbulos blancos de la sangre, le subministra hierro, ayuda en los procesos
digestivos e influye en el Sistema Nervioso, emanando energía vital procedente
del sol, a los nervios y nadis o conductos energéticos del cuerpo.
Cuando una persona se siente
enferma, el bazo etérico no puede darle suficiente energía y el cuerpo etérico
no consigue nutrir al cuerpo físico.
El Sistema Cardiovascular nos
permite recoger las experiencias del mundo exterior, entenderlas, asimilarlas y
enriquecernos de ellas, compartiendo con nuestros semejantes nuestro día a día.
La sangre y el semen son lo único que no
puede ser reproducido en laboratorios ni producido artificialmente.
No hay ningún preparado químico sobre la
Tierra para elaborar estos elementos.
Existe incluso una teoría en
donde se afirma que el mar rojo es realmente la sangre.
LA SANGRE: EL VEHÍCULO DEL EGO
Concepto rosacruz del Cosmos
Desde la infancia hasta los
catorce años, la médula de los huesos no forma todos los corpúsculos
sanguíneos. La mayoría de ellos los suministra la glándula thymus, que es mayor
en el feto, y gradualmente va disminuyendo conforme se va desarrollando la
facultad individual del producir sangre, al crecer el niño. La glándula thymus
contiene, por así decirlo, cierta existencia de corpúsculos proporcionados por
los padres y, por consiguiente, el niño toma la sangre de esa fuente que
comprende su individualidad. Hasta que el niño mismo no haga su sangre, no
pensará de sí mismo como que es un "yo", pero cuando la glándula
thymus desaparece a los catorce años, entonces el sentimiento del
"yo" se expresa completamente, pues entonces la sangre es producida y
dominada enteramente por el Ego. Lo siguiente hará clara esta idea del cuerpo
vital, y que dicho cuerpo vital se liberta a los siete años, y su lógica. Debe recordarse que la asimilación y el
crecimiento dependen de las fuerzas que obran sobre el polo positivo del Éter
Químico cuando ya está formado y maduro. Únicamente el Éter Químico es el que
está completamente maduro en ese entonces, debiendo las otras partes madurar
más. A los catorce años el Éter de Vida del cuerpo vital, que es el que efectúa
la propagación, madura por completo. En el intervalo de los siete a los catorce
años la asimilación excesiva ha almacenado cierta cantidad de fuerza que se
dirige a los órganos sexuales y que está dispuesta cuando nace o se libera el
cuerpo de deseos.
Esta fuerza sexual se almacena en
la sangre durante el tercer período de siete años, y entonces es cuando el Éter
Luminoso, que es el productor de la sangre caliente, se desarrolla y gobierna
el corazón, de manera que el cuerpo no esté demasiado frío ni demasiado
caliente. En la infancia la sangre alcanza a veces temperaturas anormales.
Durante el período de crecimiento excesivo se produce frecuentemente lo
contrario, pero en el joven cuya cabeza esté demasiado caliente, la pasión y el
temperamento pueden muchas veces arrojar fuera al Ego, debido al excesivo calor
de la sangre. Con mucha propiedad decimos generalmente que tal temperamento es
hirviente y describámosle así como si la persona referida hubiera "perdido
la cabeza", es decir, que se ha hecho incapaz de pensar. Esto es
exactamente lo que ocurre cuando la pasión, la ira o la ansiedad sobrecalientan
la sangre, lo que arroja al Ego fuera de sus cuerpos. Cuando decimos de una persona
en tal estado que "ha perdido todo dominio de sí misma" la
descripción es completamente exacta. El Ego está realmente fuera de sus
vehículos, los que se mueven, sin ton ni son, independientes de la guía del
pensamiento, parte de cuya tarea es refrenar los impulsos. El gran y terrible
peligro de tal suceso es que antes de que su propio poseedor penetre nuevamente
dentro de su cuerpo, alguna entidad desencarnada puede tomar posesión de él y
conservarlo. Esto es lo que se llama obsesión. Solo el hombre que se mantiene
frío, que no permite que un calor excesivo de su sangre lo arroje de sus
vehículos, es el que puede pensar propiamente. Como prueba de que el Ego no
puede obrar en el cuerpo cuando la sangre está demasiado caliente o demasiado
fría, llamamos la atención al bien conocido hecho de que el calor excesivo
produce somnolencia y si pasa de cierto límite arroja al Ego fuera de su
cuerpo, quedándose éste dormido e inconsciente. El frío excesivo tiene también
la misma tendencia. Únicamente cuando la sangre tiene la temperatura normal
puede emplearla el Ego como vehículo de consciencia.
EL CORAZÓN SEDE DEL ALMA
Y siendo el corazón el órgano que
distribuye la sangre por todo el cuerpo, fue considerado en la antigüedad como
la sede del alma para muchos pueblos, entre ellos los hebreos y egipcios, que
extraían los órganos en el proceso de momificación excepto el corazón y los
riñones. Incluso diferenciaban entre la víscera (haty) y la sede del alma (ib)
en los jeroglíficos que describen la ceremonia del pesado del corazón en el
juicio de Anubis.
Desde la antigüedad, este órgano
ha aparecido reflejado en diversas situaciones donde su representación ha
llegado a caer en el mito y el misterio. Una de sus primeras manifestaciones
conocidas data del final del período paleolítico, vista en el mamut de la cueva
de El Pindal, en Asturias, pintura rupestre que muestra un gran corazón rojo
pintado en el centro del animal. No se conoce si el hombre paleolítico lo pintó
para señalar el lugar ideal para dirigir las flechas a fin de abatirlo, y hace
pensar que quizá ya entonces existía la idea de que en el corazón estaba la
fuente de la vida.
Entre las analogías simbólicas el
simbolismo del corazón y de la rosa coincidieron en un punto de equivalencia.
Cuando el corazón se ilumina, y es llenado por el conocimiento divino, se
representa como una rosa de pétalos abiertos donde ha florecido la
actualización de su naturaleza primordial. Otro símbolo relacionado con el
corazón es el de la copa, recipiente de culto por excelencia, contenedor del
Soma de los dioses hindúes o la ambrosía de las divinidades del Olimpo. En
Egipto, el jeroglífico del corazón tiene la forma de un vaso. Y la copa nos
remite al Grial conteniendo el líquido más sagrado, la sangre divina de Cristo
y su acción redentora representada en la imagen del Sagrado Corazón. El Grial,
como contenedor de la sangre divina, principio de vida, es el homólogo del
corazón, y por consecuencia del centro.
CONCEPTO Y VALOR DE LA SANGRE EN LA COSMOGONIA MESOAMERICANA
ETZLI es la sangre.
La sangre es la energía, la luz el tiempo.
La sangre es el emblema de la creación física y del ascenso del alma
(autosacrificio), es el emblema solar y de la conciencia.
Se relaciona con el Iliotl, el aliento, la creación
La sangre fecunda la tierra, es el agua sagrada, la sangre prototlahuac
Para los pueblos mesoamericanos
la ofrenda más importante era la sangre de animales o humanos, pues
consideraban que en ella residía la fuerza vital o el espíritu, de ahí que el autosacrificio o
muerte ritual permitía la liberación de la energía vital. La sangre
era sagrada porque provenía de los dioses; contiene el espíritu o la energía vital de los dioses, es la unión
con la divinidad.
La imagen emblemática de
Tamoanchan es la de una planta o un
árbol quebrado (tlapani) del que mana sangre (eztli). Los huesos fueron
fecundados en Tamoanchan por la sangre sacrificial con valor espermático de
Quetzalcóatl, los que existieron una vez y que se encuentran ahora en el
inframundo salen de Tamoanchan para regresar a la tierra.
Los nahuas de Cuetzalan afirman
explícitamente que la fuerza del tonalli es portada por la sangre. El l tonal
es la sangre, la energía, el calor que se encuentra en el cuerpo.
La sangre también se relaciona con el atlachinolli
El significado del Atlachinolli
también puede interpretarse desde el punto de vista de la Química que, por
cierto, ya era usada en la civilización Anahuaka ; es decir, el agua cuando es
sometida a determinadas condiciones caloríficas, crea la vida. Entre los
símbolos Anahuakas representantes del Atlachinolli tenemos uno que es,
prácticamente igual a la figura con la que en la actualidad reconocemos una
cadena de ADN.... atlachinolli, el agua preciosa, la sangre
ANÁLISIS CABALÍSTICO DE LA SANGRE
La sangre en hebreo es דם (dam). Las letras que componen
la palabra hacen referencia al agua (ם
mem) y a la palabra (ד
dalet), lo cual sugiere un “agua que habla”, y así es pues el código genético
se encuentra en los glóbulos blancos de la sangre, como también en otras
células del cuerpo. La misma raíz la encontramos en palabras como tierra (אדמה adamah), el color rojo, tan
relacionado con la sangre (אדום
adom) y el primer hombre (אדם
Adam). Hay también una similitud con mar (ים
yam) y es que probablemente la sangre tenga su origen en el plasma marino, pues
tanto el agua marina como la sangre comparten cierta estructura y cierto
equilibrio interior en relación a sus elementos. El agua de mar es un plasma
parecido a la sangre humana, pero es más salino, tiene más cloruro sódico que
nuestra sangre.
Pero además de la composición
química de la sangre y de su función de comunicación orgánica con todo el
cuerpo, tanto para mantener la vida como para ponerla en peligro al transportar
agentes patógenos, función ya reconocida en el Talmud: “Yo, la sangre, soy la
causa principal de las enfermedades”, la sangre es el vehículo que porta la
energía del Nefesh, el alma vital o alma vegetativa y que actúa como interfaz
entre lo espiritual y lo físico.
La guematria de la palabra sangre
דם es 44 (dalet=4, mem=40)
y podemos relacionarla directamente por este valor con el Nombre Divino, יהוה, ya que sumando el valor del
nombre de las letras que componen el Tetragrama obtenemos 44:
Iod (יוד) 20
He (הא) 6
Vau (וו) 12
He (הא) 6
La suma de estos valores es igual a 44. Y si sumamos este valor 44 al
valor del Nombre Divino que es 26 obtenemos 70, la guematria de sod (סוד)
secreto. Este secreto tiene un aspecto digamos más obvio, como lo es el
Brit Milah, literalmente “pacto de la Palabra”, la circuncisión: “Cortarán la
carne de tu prepucio y ésa será la señal del pacto entre nosotros” (Génesis
17,13), un pacto que de algún modo es un pacto de sangre. El Zohar (II-41)
afirma que la marca de sangre que hicieron los judíos en sus puertas durante la
última plaga egipcia era la letra Iod (י)
“para enseñar la marca del pacto sagrado”. ¿Estaba esta letra escrita con
sangre? Lo más seguro es que sí, y eso recuerda al famoso dicho “la letra con
sangre entra”, que es más literal de lo que parece si sabemos que Dios en
ladino se decía “Dio”, y Dio (דיו)
en hebreo quiere decir tinta. La expresión “sangre y tinta” (ודיו דם) suma también 70, que como hemos visto es el
valor de secreto.
Los tres velos de la existencia negativa
Siguiendo con el secreto, vemos
como después de la liberación del pueblo judío de su esclavitud en Egipto tras
la décima y última plaga (Iod vale 10 por cierto), se encuentra con la tremenda
barrera del Mar Rojo. En realidad el nombre de este mar es סוף ים, (Iam Soph, Mar de Juncos), pero es que la
palabra סוף significa,
además de junco o caña, límite. Y si sustituimos la palabra mar (ים) por אין nada, sin, obtenemos literalmente sin límites,
ilimitado, סוף אין, Ain Soph, el Segundo Nivel
de Inmanifestación, el Infinito del que emanan las diez sefirot
Y si obtenemos la diferencia de
la guematria de Iam Soph y Ain Soph:
סוף
ים = 196
סוף
אין = 207
207 – 196 = 11 El valor del nombre más oculto de Dios, las
dos últimas letras del tetragrama: יהוה, וה
vau(6) + He(5)
El Zohar en su Midrash del
alfabeto hebreo y la creación, en que cada una de las 22 letras se presenta
ante Dios suplicando “¡Crea el mundo a través de mí!”, estas dos letras, Vau y
He, son apartadas de la tarea de la creación porque al formar parte del nombre
más escondido de Dios no podían dedicarse al servicio mundano. Y aquí un
sorprendente descubrimiento de mi maestro, Jaime Villarrubia, que encuentra
estas dos letras representadas por su valor numérico en nada más y nada menos
que el ARN y el ADN, los ácidos nucléicos que conforman el código genético.
Podemos representar los números 5
y 6 como las letras ו ה
en hebreo o V y VI romanos o en nuestra notación arábiga o bien en
cualquier otro alfabeto, pero universalmente el concepto abstracto que suponen
estos grafemas puede representarse por una figura geométrica, concretamente un
pentágono y un hexágono.
Y esa es la estructura química de
las bases que conforman el ARN y ADN. ¿Será esto una casualidad o la huella
divina en nuestro programa genético?
No hay comentarios:
Publicar un comentario