martes, 25 de mayo de 2021

SIGNIFICADO ESOTERICO DE LA SANGRE

 

SIGNIFICADO ESOTERICO DE LA SANGRE

 

“El alma está en la sangre” (Levítico XVII, 14)

"La sangre es la vida" (Devarim / Deuteronomio 12:23).

“La sangre es un fluido muy especial” (Goethe, Fausto)

“Lo que tiene poder sobre tu sangre, tiene poder sobre ti” Rudolf Steiner


 

Los escritos de antiguos textos alquímicos revelan:

"La Sangre es la primera encarnación del fluido universal, es la materialización de la luz vital. Su nacimiento es la maravilla más maravillosa de la naturaleza; vive solamente para transformarse perpetuamente en si misma por eso es el Proteus universal.  La substancia universal con su doble movimiento, es el gran "arcanum" del ser y el gran "arcanum de la vida."

La sangre es un fluido que a nivel vital sustenta a la persona y le permite descargar lo que no le sirve, y a nivel espiritual, le permite conectar con la respiración; el puente de unión de la personalidad y la consciencia. Al inspirar fluimos hacia adentro para conectar con nuestro interior, y al espirar volvemos a las relaciones del mundo exterior, permitiéndonos así vivir en el mundo interior de las imágenes y el mundo exterior de los seres vivos. Milenios antes de que Ibn al-Nafis, Miguel Servet y William Harvey describieran la circulación de la sangre ya el Deuteronomio afirma que “la sangre es la vida”, o más literalmente “la sangre es nefesh”, el alma vital.

La sangre ha sido considerada desde hace muchos milenios como aposento del alma humana. En Egipto se creía que la sangre era el vehículo de la conciencia. El espíritu del ser humano se movía a través de la corriente sanguínea. En la Biblia se dice: “La sangre es el alma o vida de toda carne. (Levítico 17,14).

Steiner afirma que la sangre es la expresión material del yo superior o ego interno, y que ésta no puede plasmar algo diferente a lo que posee.

La sangre hace un proceso de combustión para purificarse de los tóxicos respirando y alimentándose. La sangre mantiene el cuerpo a través del oxígeno y los nutrientes y es también la que permite al Ego expresarse. En su recorrido hacia adentro, conecta con el yo interior y con la consciencia cósmica y en su camino hacia fuera, expresa su ser desde su personalidad y su presencia.

La sangre es el elemento de unión de todo en el cuerpo.

La consciencia reside en la sangre y los códigos cristalinos de nuestra sangre, contienen tanto las memorias de todas las experiencias que hemos vivido, como la información de nuestros antepasados.

Probablemente la sangre tenga su origen en el plasma marino, pues tanto el agua marina como la sangre, comparten cierta estructura y cierto equilibrio interior en relación a sus elementos. El agua de mar contiene los 118 elementos naturales de la tabla periódica de Memleleiev. El agua de mar es un plasma parecido a la sangre humana, pero es más salino, tiene más cloruro sódico que nuestra sangre.

El espíritu de Dios está en la sangre… Génesis 9.4.

La palabra Adán significa Dios  (elohim) en la sangre (dam).

 

En el lenguaje romano, sangre es sanguis, es prácticamente idéntico a la raíz Anguis, serpiente, el animal que más ligado está a la tierra, por su rastreo y magnetismo y por la fijeza de su mirada. Más en lo particular, los antiguos asociaban la serpiente a la fuerza sexual masculina del falo en erección, exteriorizada por el abundante aflujo de la sangre. En esto, la serpiente ha estado a menudo asociada al árbol, representado e espiral alrededor del tronco, queriendo indicar, la asociación de ideas entre el falo (árbol) y la fuerza de erección (serpiente). Además la serpiente en acción levanta la cabeza y parte del cuerpo, asumiendo la posición erecta.

La sangre cuando está activa, es decir caliente, tiene la propiedad de expandirse, evaporarse  de manera imperceptible, se eterifica a través de las partes del organismo humano, esta eterificación de produce principalmente a través de los pulmones, con el aire que transmite esa sangre, también a través de la sudoración, la mirada, la palabra, etc.... la sangre es magnética, pues es rica en hierro, este mineral es extremadamente magnético y atractivo.

La sangre es un vehículo de distribución del magnetismo presente en nuestro cuerpo etérico, así como el sistema nervioso. El cerebro es el gran condensador de esta energía magnética.

El cuerpo etérico obtiene la energía de tres partes, las cuales intervienen en su alimentación cotidiana, a saber:

1) El Sol y la tierra. 2) El aire y 3) Los alimentos físicos.....

La sangre O es la más antigua, se relaciona con la caza, el tipo A se dio cuando comienza el sedentarismo, son los agrarios, el grupo B es el más nuevo, por decirlo así, se dio en alguna parte de los Himalayas, se cree fue origen de una mutación por los cambios climáticos..... El grupo AB es el más moderno, pero también es el más raro

 

La Francmasonería ha sido una de las instituciones que ha preservado mucho de la antigua arcana. Gerald Massey sugiere que la palabra "Mason" se deriva de la palabra sen que tiene el significado Egipcio de "hijo, por la sangre y la hermandad," y de Ma o "La Verdad personificada," cuyo color es el rojo – Mason – hermandad de la sangre en el sentido oculto o místico.

Miembros de la fraternidad Masónica son a veces llamados como "Hermanos de la Unión o del Lazo Místico." ¿Que es una unión o lazo? La respuesta se encontrara entre los Egipcios. La union-Tet, ahora se relaciona generalmente con un lazo o corbata, fue el símbolo antiguo de la sangre de Isis, o tambien por ej. La sangre de la viuda – el lazo místico, la unión de la sangre, la unión del alma en la sangre, la sangre desprendida al aplicarse las puntas del compás. Por medio de la unión del más sagrado de los elementos en la ceremonia de la hermandad de la sangre, el alma de la sangre fue comunicada y todos los que la poseyeron fueron como un hombre. Esto es, tenían un alma común – el alma de la sangre, la cual estaba por encima de todas las otras. El hombre que le falla a sus hermanos de sangre se falla a sí mismo, a su alma y a sus ancestros.

 

Blavatsky quien habla de la sangre basándose en las milenarias enseñanzas orientales: “los anatómicos yerran cuando dicen que el bazo es sólo la fábrica de los leucocitos o glóbulos blancos de la sangre, cuando en realidad es el cuerpo astral. Los glóbulos blancos son de naturaleza astral, y de este plano son exudados por medio del bazo. Los glóbulos rojos son, a manera de gotas de fluido eléctrico, la transpiración de los órganos exudadas de las células. Son ellos la progenie del principio fohático. El hígado es la conexión somática del deseo (Kâma, en sánscrito). Kâma es la vida y la esencia de la sangre, que se coagula cuando éste la abandona”.

Existe un paralelismo entre el hígado y el planeta Marte, ya que el primero es el látigo que mantiene el ritmo vital en el ser humano, y el segundo es el dinamo del sistema solar, el cual envía un rayo rojo animador a todos los seres dentro de este esquema solar. Por tanto, el color rojo entra a formar parte del planeta Marte, de la sangre, del hierro (no olvidemos que la base de los glóbulos rojos es el hierro) y de Kâma (vehículo o cuerpo de deseos).

Dice Goethe, en Fausto, y según se expresa en un viejo aforismo citado por Rudolf Steiner: “Lo que tiene poder sobre tu sangre, tiene poder sobre ti”. Este es el profundo significado de la cita de Fausto: “Firma el pacto con tu sangre, entonces te tengo a ti, por medio de aquello que domina a todo hombre”. La sangre cristaliza de forma diferente en cada ser humano, pues en ella se recoge la historia del alma humana: su evolución, sus pasiones, sus éxitos, sus fracasos, sus esperanzas, todo ello en formas etéricas que circulan por la sangre, por lo que podemos hablar de ella como una especie de “registro” del ser humano.

En el caldero inferior del cuerpo, la sangre se va formando  a través de los riñones, que abastecen la sangre en la médula de los huesos, el hígado que la almacena, el pulmón que la mueve, el corazón que la hace circular, el miocardio para que los glóbulos rojos y plaquetas estén equilibrados y el bazo para que la distribuya.

El Bazo además, produce los glóbulos blancos de la sangre, le subministra hierro, ayuda en los procesos digestivos e influye en el Sistema Nervioso, emanando energía vital procedente del sol, a los nervios y nadis o conductos energéticos del cuerpo.

Cuando una persona se siente enferma, el bazo etérico no puede darle suficiente energía y el cuerpo etérico no consigue nutrir al cuerpo físico.

El Sistema Cardiovascular nos permite recoger las experiencias del mundo exterior, entenderlas, asimilarlas y enriquecernos de ellas, compartiendo con nuestros semejantes nuestro día a día.

La sangre y el semen son lo único que no puede ser reproducido en laboratorios ni producido artificialmente.

No hay ningún preparado químico sobre la Tierra para elaborar estos elementos. 

Existe incluso una teoría en donde se afirma que el mar rojo es realmente la sangre.

 

LA SANGRE: EL VEHÍCULO DEL EGO

Concepto rosacruz del Cosmos

 

Desde la infancia hasta los catorce años, la médula de los huesos no forma todos los corpúsculos sanguíneos. La mayoría de ellos los suministra la glándula thymus, que es mayor en el feto, y gradualmente va disminuyendo conforme se va desarrollando la facultad individual del producir sangre, al crecer el niño. La glándula thymus contiene, por así decirlo, cierta existencia de corpúsculos proporcionados por los padres y, por consiguiente, el niño toma la sangre de esa fuente que comprende su individualidad. Hasta que el niño mismo no haga su sangre, no pensará de sí mismo como que es un "yo", pero cuando la glándula thymus desaparece a los catorce años, entonces el sentimiento del "yo" se expresa completamente, pues entonces la sangre es producida y dominada enteramente por el Ego. Lo siguiente hará clara esta idea del cuerpo vital, y que dicho cuerpo vital se liberta a los siete años, y su lógica.    Debe recordarse que la asimilación y el crecimiento dependen de las fuerzas que obran sobre el polo positivo del Éter Químico cuando ya está formado y maduro. Únicamente el Éter Químico es el que está completamente maduro en ese entonces, debiendo las otras partes madurar más. A los catorce años el Éter de Vida del cuerpo vital, que es el que efectúa la propagación, madura por completo. En el intervalo de los siete a los catorce años la asimilación excesiva ha almacenado cierta cantidad de fuerza que se dirige a los órganos sexuales y que está dispuesta cuando nace o se libera el cuerpo de deseos.

Esta fuerza sexual se almacena en la sangre durante el tercer período de siete años, y entonces es cuando el Éter Luminoso, que es el productor de la sangre caliente, se desarrolla y gobierna el corazón, de manera que el cuerpo no esté demasiado frío ni demasiado caliente. En la infancia la sangre alcanza a veces temperaturas anormales. Durante el período de crecimiento excesivo se produce frecuentemente lo contrario, pero en el joven cuya cabeza esté demasiado caliente, la pasión y el temperamento pueden muchas veces arrojar fuera al Ego, debido al excesivo calor de la sangre. Con mucha propiedad decimos generalmente que tal temperamento es hirviente y describámosle así como si la persona referida hubiera "perdido la cabeza", es decir, que se ha hecho incapaz de pensar. Esto es exactamente lo que ocurre cuando la pasión, la ira o la ansiedad sobrecalientan la sangre, lo que arroja al Ego fuera de sus cuerpos. Cuando decimos de una persona en tal estado que "ha perdido todo dominio de sí misma" la descripción es completamente exacta. El Ego está realmente fuera de sus vehículos, los que se mueven, sin ton ni son, independientes de la guía del pensamiento, parte de cuya tarea es refrenar los impulsos. El gran y terrible peligro de tal suceso es que antes de que su propio poseedor penetre nuevamente dentro de su cuerpo, alguna entidad desencarnada puede tomar posesión de él y conservarlo. Esto es lo que se llama obsesión. Solo el hombre que se mantiene frío, que no permite que un calor excesivo de su sangre lo arroje de sus vehículos, es el que puede pensar propiamente. Como prueba de que el Ego no puede obrar en el cuerpo cuando la sangre está demasiado caliente o demasiado fría, llamamos la atención al bien conocido hecho de que el calor excesivo produce somnolencia y si pasa de cierto límite arroja al Ego fuera de su cuerpo, quedándose éste dormido e inconsciente. El frío excesivo tiene también la misma tendencia. Únicamente cuando la sangre tiene la temperatura normal puede emplearla el Ego como vehículo de consciencia.

 


EL CORAZÓN SEDE DEL ALMA

Y siendo el corazón el órgano que distribuye la sangre por todo el cuerpo, fue considerado en la antigüedad como la sede del alma para muchos pueblos, entre ellos los hebreos y egipcios, que extraían los órganos en el proceso de momificación excepto el corazón y los riñones. Incluso diferenciaban entre la víscera (haty) y la sede del alma (ib) en los jeroglíficos que describen la ceremonia del pesado del corazón en el juicio de Anubis.

Desde la antigüedad, este órgano ha aparecido reflejado en diversas situaciones donde su representación ha llegado a caer en el mito y el misterio. Una de sus primeras manifestaciones conocidas data del final del período paleolítico, vista en el mamut de la cueva de El Pindal, en Asturias, pintura rupestre que muestra un gran corazón rojo pintado en el centro del animal. No se conoce si el hombre paleolítico lo pintó para señalar el lugar ideal para dirigir las flechas a fin de abatirlo, y hace pensar que quizá ya entonces existía la idea de que en el corazón estaba la fuente de la vida.

Entre las analogías simbólicas el simbolismo del corazón y de la rosa coincidieron en un punto de equivalencia. Cuando el corazón se ilumina, y es llenado por el conocimiento divino, se representa como una rosa de pétalos abiertos donde ha florecido la actualización de su naturaleza primordial. Otro símbolo relacionado con el corazón es el de la copa, recipiente de culto por excelencia, contenedor del Soma de los dioses hindúes o la ambrosía de las divinidades del Olimpo. En Egipto, el jeroglífico del corazón tiene la forma de un vaso. Y la copa nos remite al Grial conteniendo el líquido más sagrado, la sangre divina de Cristo y su acción redentora representada en la imagen del Sagrado Corazón. El Grial, como contenedor de la sangre divina, principio de vida, es el homólogo del corazón, y por consecuencia del centro.

 

CONCEPTO Y VALOR DE LA SANGRE EN LA COSMOGONIA MESOAMERICANA

 

ETZLI es la sangre.

La sangre es la energía, la luz el tiempo.

La sangre es el emblema de la creación física y del ascenso del alma (autosacrificio), es el emblema solar y de la conciencia.

Se relaciona con el Iliotl, el aliento, la creación

La sangre fecunda la tierra, es el agua sagrada, la sangre prototlahuac

 

Para los pueblos mesoamericanos la ofrenda más importante era la sangre de animales o humanos, pues consideraban que en ella residía la fuerza vital  o el espíritu, de ahí que el autosacrificio o muerte ritual   permitía  la liberación de la energía vital. La sangre era sagrada porque provenía de los dioses; contiene el espíritu  o la energía vital de los dioses, es la unión con la divinidad.

La imagen emblemática de Tamoanchan  es la de una planta o un árbol quebrado (tlapani) del que mana sangre (eztli). Los huesos fueron fecundados en Tamoanchan por la sangre sacrificial con valor espermático de Quetzalcóatl, los que existieron una vez y que se encuentran ahora en el inframundo salen de Tamoanchan para regresar a la tierra.

Los nahuas de Cuetzalan afirman explícitamente que la fuerza del tonalli es portada por la sangre. El l tonal es la sangre, la energía, el calor que se encuentra en el cuerpo.

La sangre también se relaciona con el atlachinolli





El significado del Atlachinolli también puede interpretarse desde el punto de vista de la Química que, por cierto, ya era usada en la civilización Anahuaka ; es decir, el agua cuando es sometida a determinadas condiciones caloríficas, crea la vida. Entre los símbolos Anahuakas representantes del Atlachinolli tenemos uno que es, prácticamente igual a la figura con la que en la actualidad reconocemos una cadena de ADN.... atlachinolli, el agua preciosa, la sangre


 

ANÁLISIS CABALÍSTICO DE LA SANGRE

 

La sangre en hebreo es דם (dam). Las letras que componen la palabra hacen referencia al agua (ם mem) y a la palabra (ד dalet), lo cual sugiere un “agua que habla”, y así es pues el código genético se encuentra en los glóbulos blancos de la sangre, como también en otras células del cuerpo. La misma raíz la encontramos en palabras como tierra (אדמה adamah), el color rojo, tan relacionado con la sangre (אדום adom) y el primer hombre (אדם Adam). Hay también una similitud con mar (ים yam) y es que probablemente la sangre tenga su origen en el plasma marino, pues tanto el agua marina como la sangre comparten cierta estructura y cierto equilibrio interior en relación a sus elementos. El agua de mar es un plasma parecido a la sangre humana, pero es más salino, tiene más cloruro sódico que nuestra sangre.

Pero además de la composición química de la sangre y de su función de comunicación orgánica con todo el cuerpo, tanto para mantener la vida como para ponerla en peligro al transportar agentes patógenos, función ya reconocida en el Talmud: “Yo, la sangre, soy la causa principal de las enfermedades”, la sangre es el vehículo que porta la energía del Nefesh, el alma vital o alma vegetativa y que actúa como interfaz entre lo espiritual y lo físico.

La guematria de la palabra sangre דם es 44 (dalet=4, mem=40) y podemos relacionarla directamente por este valor con el Nombre Divino, יהוה, ya que sumando el valor del nombre de las letras que componen el Tetragrama obtenemos 44:

Iod (יוד) 20

He (הא) 6

Vau (וו) 12

He (הא) 6

La suma de estos valores es igual a 44. Y si sumamos este valor 44 al valor del Nombre Divino que es 26 obtenemos 70, la guematria de sod (סוד) secreto. Este secreto tiene un aspecto digamos más obvio, como lo es el Brit Milah, literalmente “pacto de la Palabra”, la circuncisión: “Cortarán la carne de tu prepucio y ésa será la señal del pacto entre nosotros” (Génesis 17,13), un pacto que de algún modo es un pacto de sangre. El Zohar (II-41) afirma que la marca de sangre que hicieron los judíos en sus puertas durante la última plaga egipcia era la letra Iod (י) “para enseñar la marca del pacto sagrado”. ¿Estaba esta letra escrita con sangre? Lo más seguro es que sí, y eso recuerda al famoso dicho “la letra con sangre entra”, que es más literal de lo que parece si sabemos que Dios en ladino se decía “Dio”, y Dio (דיו) en hebreo quiere decir tinta. La expresión “sangre y tinta” (ודיו דם) suma también 70, que como hemos visto es el valor de secreto.

 

Los tres velos de la existencia negativa

Siguiendo con el secreto, vemos como después de la liberación del pueblo judío de su esclavitud en Egipto tras la décima y última plaga (Iod vale 10 por cierto), se encuentra con la tremenda barrera del Mar Rojo. En realidad el nombre de este mar es סוף ים, (Iam Soph, Mar de Juncos), pero es que la palabra סוף significa, además de junco o caña, límite. Y si sustituimos la palabra mar (ים) por אין nada, sin, obtenemos literalmente sin límites, ilimitado, סוף אין, Ain Soph, el Segundo Nivel de Inmanifestación, el Infinito del que emanan las diez sefirot

Y si obtenemos la diferencia de la guematria de Iam Soph y Ain Soph:

סוף ים  = 196

סוף אין   = 207

207 – 196 = 11  El valor del nombre más oculto de Dios, las dos últimas letras del tetragrama:  יהוה,  וה vau(6) + He(5)

El Zohar en su Midrash del alfabeto hebreo y la creación, en que cada una de las 22 letras se presenta ante Dios suplicando “¡Crea el mundo a través de mí!”, estas dos letras, Vau y He, son apartadas de la tarea de la creación porque al formar parte del nombre más escondido de Dios no podían dedicarse al servicio mundano. Y aquí un sorprendente descubrimiento de mi maestro, Jaime Villarrubia, que encuentra estas dos letras representadas por su valor numérico en nada más y nada menos que el ARN y el ADN, los ácidos nucléicos que conforman el código genético.

Podemos representar los números 5 y 6 como las letras ו ה  en hebreo o V y VI romanos o en nuestra notación arábiga o bien en cualquier otro alfabeto, pero universalmente el concepto abstracto que suponen estos grafemas puede representarse por una figura geométrica, concretamente un pentágono y un hexágono.

Y esa es la estructura química de las bases que conforman el ARN y ADN. ¿Será esto una casualidad o la huella divina en nuestro programa genético?

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