miércoles, 27 de julio de 2022

MAGIA SEXUAL: KALAS

 Energías estelares



Los kalas sexuales son secreciones producidas por el cuerpo humano, frecuentemente relacionadas con la sexualidad. El cuerpo humano es el escenario donde se gesta la obra completa del drama individual, el laboratorio secreto donde se producen las transmutaciones. Estos extractos glandulares constituyen las esencias místicas del organismo y su existencia no se debe a la casualidad.

Vibraciones mágicas y ocultas emanan de los kalas sexuales. Son sustancias sagradas cuyas sutiles energías provienen de las estrellas. Las glándulas productoras son sólo centros de intermediación y reservorio de emanaciones cósmicas. No es casual que en la antigua tradición tántrica estos kalas hayan sido representados por estrellas. La utilización mágica y espiritual de los kalas sexuales fue bien conocida en todos los tiempos y culturas, aunque conservada en secreto.

Kalas mayores

a. Kalas rojo


Dieciséis kalas sexuales tiene el hombre y dieciséis kalas sexuales tiene la mujer. De los dieciséis kalas femeninos, la sangre menstrual es el más potente de todos, el de mayor emanación mágica. A causa de ello este kalas ocupa el puesto número dieciséis. Debemos hacer notar aquí que nos hallamos leyendo el capítulo decimosexto de nuestra obra, dedicado a la ciencia de los kalas. Igualmente, el cuarto capítulo de cada uno de los tres libros que la componen trata sobre la sexualidad mágica.


El uso del kalas rojo es el más antiguo de todos. Data de la época de las grandes diosas en la cual cada mujer era considerada sagrada, la encarnación viva de ellas. La más antigua y conocida de aquellas deidades femeninas es la diosa Kali, de la antigua India. Se la representaba como una mujer de piel negra, con seis brazos y su cuello rodeado de calaveras a modo de collar. Lo más notable era la representación de su boca y su vagina, manando sangre de ellas. Kali era la diosa eternamente menstruante y absorbedora de kalas. Era la diosa del tiempo, de la muerte y del renacimiento del hombre. La diosa que quitaba y daba la vida.


Kali es la diosa del tiempo porque en la antigüedad, los ciclos menstruales femeninos de veintiocho días eran usados como medida de aquel. +El lapso transcurrido entre una menstruación y otra era considerado como un mes, y el año como la suma de trece menstruaciones.* Debemos recordar aquí que en nuestro año actual de trescientos sesenta y cinco días la mujer menstrua trece veces. Por esta razón el número trece fue considerado antiguamente como un número mágico y sagrado, símbolo del poder y de la buena suerte. Como tantas otras cosas, este número fue desacreditado en épocas posteriores más cercanas a la nuestra.


En el antiguo Egipto eran trece los meses del año, de veintiocho días cada uno. Por lo tanto eran trece también sus signos zodiacales. El signo número trece, el de la araña, correspondía a géminis, a fines de mayo y principios de junio. A todos los nacidos bajo este signo se los orientaba hacia el sacerdocio y la magia. La araña constituye además un profundo símbolo iniciático. Además de ser una gran arquitecta, se alimenta absorbiendo los fluidos de sus víctimas, sus kalas, podemos decir. En ella se conjugan dos elementos clave del saber antiguo: la ingestión de los kalas y la construcción de uno mismo.


Volviendo a la antigua medición del tiempo, la palabra "kalas", que significa "ciclo", "período" o "tiempo", fue extendida luego para designar la menstruación, pues eran precisamente los ciclos menstruales femeninos los que se usaban como unidad o medida del tiempo. Sólo posteriormente el término "kalas" se amplió para designar a todas las demás secreciones de la mujer, no sólo a su sangre menstrual. Luego se usó también para designar las secreciones sexuales del hombre. De esta forma, "kalas" no sólo significa "tiempo" sino también "secreción" o "esencia" sexual. Fue en esta última connotación que yo lo extendí a la designación de las "esencias", "secreciones" o "extractos" provenientes del reino vegetal, cuando me refiero a kalas vegetales o verdes.                                         

  En el antiguo Egipto, las energías del kalas rojo se decían provenientes del sol Sirio, "el sol más allá del sol". Rojo es además el color de Set, el gran iniciador que despierta la conciencia de los hombres. Igualmente, Sirio (o Sothis) es la estrella de Seth.


Por sus relaciones con la luna llena, por los efectos de la luna sobre las aguas y sobre la menstruación, estos cultos son llamados lunares o de la noche. Por alguna misteriosa razón, además, si varias mujeres viven juntas sus ciclos menstruales se unifican al poco tiempo, se sincronizan, y comienzan a menstruar al unísono.


El hombre inferior aborrece de los kalas y sobre todo del kalas rojo, el más potente de todos. Aborrece de la "vía rápida" hacia el espíritu. Considera "impura" o "sucia" a la mujer durante la menstruación, evitando todo contacto con ella, e incluso con los objetos que hayan estado en contacto con ella. Para el yoga sexual tántrico, por el contrario, la mujer durante su ciclo menstrual se ha vuelto sagrada y digna de adoración. Se halla en el estado más puro y elevado y se ha convertido en la encarnación viviente de la diosa. El período menstrual es el más indicado para performar el maithuna y si la mujer queda embarazada durante esta fase, se dice que su hijo será el hijo de un dios. Era tan importante el ciclo menstrual para los yoguis, que solía elegirse como compañera tántrica a la mujer que durante su menstruación experimentara un aumento de sus deseos sexuales.


El yoga sexual de India y Tibet, heredero directo y fiel depositario de la sabiduría secreta de Sumeria y Egipto, considera a la vagina el receptáculo de todos los misterios y la puerta de entrada a los cielos. Ella es el manantial del gran poder mágico. En ella está la llave para despertar y regresar, para acceder a otras dimensiones de la realidad y desencadenar el espíritu. Ella colma y satisface todos los deseos, humanos y divinos. Desde la antigüedad, la vagina ha sido representada por un triángulo con un ojo en su interior, símbolo del poder y sabiduría supremos. Es digno de destacar aquí que ese mismo símbolo es el que tradicionalmente se usa para representar a Dios. Incluso en el lenguaje popular suelen ser equiparados ambos conceptos. Vulgarmente suele llamarse a la vagina "la cara de Dios" y decir de quien nunca tuvo relaciones sexuales "ese no conoce la cara de Dios". También hay una expresión grosera referida a "la vagina de Dios", usada vulgarmente como exclamación de lamento cuando algo ha salido mal.


El adepto puede beber el kalas rojo solo o mezclado con otros kalas. Puede además beberlo desde una copa o desde su fuente. Hay una postura sexual tántrica para ello, en la cual la boca de cada miembro de la pareja queda en contacto con los genitales del otro. En occidente se conoce a esta postura como "alto cunilingus" o "beso místico".


Durante su fase menstrual, la mujer se halla en el apogeo de su poder mágico y oracular. Ella es así receptáculo y trasmisor de fuerzas liberadoras, trasmitidas por sus kalas. A través de su absorción, el yogui obtiene para sí esas cualidades. Se ha hablado de un veneno mortal contenido en el cuerpo de la mujer, capaz de matar pero también de liberar a un hombre. El kalas rojo es sin duda esa sustancia.


Durante su menstruación, además de elevar hasta su cerebro sus emanaciones sexuales, la mujer puede elevar también las emanaciones de su sangre menstrual. No su sangre sino las energías y emanaciones sutiles de su sangre, el llamado "humo rojo". Elevando todo hacia su cerebro, el "humo blanco" y el "humo rojo", la menstruación puede disminuir e incluso desaparecer por un tiempo.


En los libros de alquimia, las alusiones a los kalas sexuales, sobre todo al kalas rojo, son algo constante. Es común encontrar a cada paso frases como estas: "Después de blanquear el metal debe verterse sobre él la tintura roja", o "se vierte el menstruo o tintura sobre la Piedra", o "la tintura roja es el ingrediente esencial para obtener la Piedra". También se repiten permanentemente términos como: "Obra al Rojo", "Elixir Rubeus", etc. La alquimia describe la evolución interior del hombre a través de tres fases: la Obra al Negro, la Obra al Blanco y la Obra al Rojo. Ellas se refieren, respectivamente, a la abstinencia orgásmica, al maithuna y al kalas rojo. Estos tres colores representan las diferentes fases o estadios de la Gran Obra. Volvemos a encontrar estas tres fases de la Obra en la mayoría de las sociedades secretas de todas las épocas, de Egipto en adelante. Estas tres fases están representadas por las tres iniciaciones por las que debe pasar el aspirante, en su duro batallar por la liberación de su espíritu.


A través de la abstinencia orgásmica y del maithuna, el hombre inferior muere y renace en forma de embrión interior. Ese embrión interior es él mismo, nacido por segunda vez. El yoga respiratorio provee de oxígeno a este embrión espiritual y el kalas rojo le permite nutrirse, desarrollarse y crecer. Tales como son las necesidades del feto en el vientre materno, así son las necesidades del hombre en su proceso de re-nacimiento.


b. Kalas blanco


En primer lugar, el más importante de los kalas blancos es el semen masculino. Es el más importante de los dieciséis kalas sexuales del varón y es a él al que se refiere por lo general el término "kalas blanco". Es este kalas el supremo receptáculo de la energía mágica y liberadora en el hombre. Su uso esotérico es históricamente posterior al del kalas rojo. Su ingestión por el propio yogui es muy común, después del orgasmo periódico o de un orgasmo involuntario, lo cual permite así la conservación parcial de la fuerza mágica en su cuerpo. En la religión egipcia, esta autoabsorción del propio kalas es representada por Seth, quien después de beber su propio semen dio a luz a Thot. Además, la ingestión del kalas blanco masculino por parte de la mujer está muy extendida, ya sea como parte del juego amoroso común como en las prácticas yóguicas de sexualidad trascendente.


En segundo lugar, existe en la mujer un kalas blanco tan importante como el del hombre, el cual posee la misma capacidad mágica. Este es el llamado semen femenino, equivalente perfecto del semen masculino y el verdadero centro del poder mágico en la mujer. Es blancuzco y transparente, de sabor dulce, semejante al licor y aroma agradable. Proviene de una glándula prostática rudimentaria que en la mayoría de las mujeres se halla más o menos atrofiada por falta de uso, pero que el yoga sexual tiene la virtud de despertar. Digamos al pasar que el clítoris y los labios vaginales son también un pene y dos testículos rudimentarios y atrofiados, así como las tetillas del varón son mamas atrofiadas.


Dicha glándula femenina rudimentaria vuelca su secreción, el semen femenino, en la vagina a través de un conducto, siendo desde allí evacuado al exterior. En los antiguos templos tántricos, era corriente seleccionar a las sacerdotisas de acuerdo a su aptitud para la emisión copiosa de este kalas.


La mujer vuelca hacia el exterior su kalas blanco a través de un orgasmo muy especial y sumamente pleno, con sensaciones reales de una energía o corriente descendiendo interiormente desde su cabeza hasta sus genitales. Sólo aquellas mujeres que lo han experimentado pueden describir y comprender esto. Para acceder a este tipo de orgasmo la mujer debe ubicarse encima del hombre. Estando éste acostado boca arriba en posición horizontal, ella debe prácticamente sentarse sobre él, a fin de obtener la máxima penetración y libertad de movimientos. Esta postura tántrica es llamada viparita maithuna. También se la conoce como "postura de Lilith" o "postura de Kali". Es esta posición similar a la del parto vertical y la más apropiada para que la mujer pueda hallar por sí misma el punto correcto de estimulación que provoque la evacuación de su kalas blanco. Perseverando de esta manera y alternando con prácticas de yoga sexual, cualquier mujer podrá ser capaz de abrir su conducto del kalas blanco hacia el exterior, aún cuando este se hallare atrofiado. En tercer lugar, pertenecen a la categoría de kalas blancos el resto de las secreciones o flujos vaginales femeninos. Estos son diferentes y de distintas cualidades mágicas según los días del mes. Lo mismo es válido en el caso del varón, aunque en él estas secreciones genitales son de inferior cantidad y valor mágico.


En cuarto lugar, existe el kalas blanco anal, común en ambos sexos. Su aspecto y consistencia es muy similar a la clara de huevo. Se produce y obtiene tras la penetración y exploración anal, ya sea por medio del pene, dedos u objetos. Este kalas es muy buscado por su poder energético para operaciones mágicas menores.


c. Elixir supremo


La unión del kalas rojo con el kalas blanco masculino constituye el máximo kalas, el elixir supremo. En esta mezcla pueden intervenir también otros kalas sexuales, pero lo importante es la mezcla del rojo y el blanco. Se lo denomina también "soma", "el doble kalas", "kalas mixto", etc. Este kalas es bebido por uno o ambos miembros de la pareja y los kalas que lo constituyen pueden provenir de ellos mismos o de otras personas. Es común encontrar yoguis que efectúan su orgasmo periódico sólo cuando su compañera está menstruando, lo cual provee a ambos de los dos kalas principales en un mismo momento.


Esta unión de los dos kalas, rojo y blanco, aparece en todos los libros de alquimia. En ellos se la denomina "elixir de la inmortalidad", "elixir de la juventud eterna", etc. En los mismos textos suelen abundar además expresiones como "los mixtos", "el León Blanco debe unirse al León Rojo", "la unión de Adán, el rojo, con Eva, la blanca", etc. Asimismo, cuando en los libros de alquimia encontramos alusiones a la "unión del León Rojo con el León Verde", sabemos que hacen referencia a los kalas rojos y a los kalas verdes, respectivamente.


El elixir supremo, utilizado desde la más remota antigüedad en ritos mágicos y religiosos, sobrevivió en forma simbólica, sustituyéndose por pan y vino sus componentes.






miércoles, 20 de julio de 2022

ESOTRISMO DE LOS TOLTECAS. MAESTROS CONSTRUCTORES, GRANDES MASONES

 El Esoterismo de Los Toltecas







Hace miles de años, los toltecas eran conocidos en todo el sur de México, como las mujeres y los hombres de conocimiento. Los antropólogos han hablado de los toltecas como una nación o una raza. Pero los toltecas eran científicos y artistas que formaron una sociedad para estudiar y conservar el conocimiento y las prácticas espirituales de los antiguos. Puede parecer curioso que combinan lo secular con lo sagrado, pero los toltecas consideran la ciencia y el espíritu de ser una y la misma ya toda la energía, ya sea material o etéreo, se deriva de una fuente y la influencia de las mismas leyes universales. Carlos Castaneda sorprendió al Mundo en el siglo pasado contacto con un indígena Mexicano llamado Don Juan, el cual le enseñó  las milenarias enseñanzas y rituales mágicos, que decía provenían de los Toltecas, estas enseñanzas asombran hoy al mundo  . 


Los toltecas llegaron juntos como maestros (naguales) y estudiantes en Teotihuacán, la ciudad antigua de las pirámides fuera de la Ciudad de México.   Teotihuacan se traduce como el lugar donde los hombres y las mujeres despierten del sueño y convertirse en Dios. Aquí, con el fin de hacer realidad la promesa de la jornada de trascender el reino de la conciencia humana ordinaria y alcanzar su libertad personal, los aprendices estudian las tres maestrías toltecas: conciencia, Transformación ( el acecho y la ensoñación ), y la intencionalidad consciente. Los estudiantes tenían que tener el valor de enfrentar y conocerse a sí mismos, ya través de ese conocimiento, cambiar su forma de vida. Teotihuacan siguió siendo el centro Tolteca del conocimiento espiritual y transformación durante muchos miles de años y que aún perdura como un repositorio viviente del conocimiento silencioso. 


Durante milenios, la conquista europea, junto con un breve período de mal uso desenfrenado de poder personal por algunos de los aprendices, obligó a los naguales de ocultar la sabiduría ancestral y mantener su existencia en la oscuridad. Ellos pensaron que era importante para proteger el conocimiento de aquellos que no estaban dispuestos a usarlo sabiamente o que pudieran de nuevo intencionalmente mal uso de ella para su beneficio personal. Por fortuna, el conocimiento esotérico tolteca fue incorporado y se transmite de generación en generación por distintos linajes de naguales, por tradición los naguales se han agrupado en la Masonería Mexicana, preferentemente en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado,  es fácil reconocerlos, son silenciosos, acechantes, no pretenden puestos en logia, ni les interesan los grados. Usando  un léxico masónico propio.


Surge el conocimiento tolteca de la misma unidad esencial de la verdad como todas las tradiciones esotéricas sagradas del mundo. A pesar de que no es una religión, que honra a todos los maestros espirituales que han enseñado en la tierra. A pesar de que hace abrazar el espíritu, se describe con mayor precisión como un modo de vida. A diferencia de nuestra experiencia familiar, esta forma de vida se distingue por la fácil accesibilidad de la felicidad y el amor. La calidad del amor en este contexto es un cambio radical del concepto de amor que nos han enseñado. El amor la mayoría de nosotros hemos llegado a conocer a menudo conduce al dolor, y nos hace sufrir celos y necesidad.  Puede que también nos obligan a tratar de controlar a los otros. Se trata de una imagen falsa del amor, originarios de miedo y se lleva como una máscara para protegernos de las heridas que creemos que otros infligen a nosotros. Por otro lado, el concepto tolteca del amor tiene su origen en la intención del Creador. Este amor es lo que podemos - si queremos - percibir como el amor divino, el amor sin condiciones. 


El dominio de las enseñanzas toltecas requiere una comprensión intelectual de los conocimientos que poseen dentro de los misterios. Para aprender a fondo el material se requiere mucho tiempo, pero no esdifícil. Sin embargo, se requiere un esfuerzo extraordinario para tomar las medidas necesarias para experimentar los beneficios de la sabiduría ancestral de los toltecas. Para alcanzar la libertad que tenemos que dejar de lado nuestras imágenes falsas y los conceptos erróneos a través del cual creamos un infierno. El mayor desafío que exige el levantamiento del velo de miedo que rodea a nuestras creencias y limpiar nuestra mente de su veneno emocional. Con esta es la transformación de los pensamientos que nos hacen sentir que no es posible ser verdaderamente felices, las emociones que nos hacen sentir víctimas o sin esperanza, las creencias que nos hacen sentir que no somos lo suficientemente puro para amar o ser amado, y lo sutil sensaciones que susurran nuestra indignidad de ser hijos de Dios. Afortunadamente, todas estas emociones y   sentencias fueron formados en la ilusión y, por tanto, no tienen ninguna base en la verdad. 


A lo largo de la historia, los seres humanos han tratado de colocar la responsabilidad de su sufrimiento fuera de sí mismos. La mayoría de las sociedades han sostenido durante mucho tiempo la hipótesis de que el cuerpo gobernante tiene que cambiar para que la condición humana al cambio. Este método se ha intentado sin éxito por cientos de generaciones, cada una a su vez tratando de imponer su particular forma deiluminación. A pesar de estos esfuerzos, la condición humana permanece esencialmente sin cambios-las sociedades basadas en el miedo y las personas llenas de dolor. Para complicar aún más las cosas, estas condiciones se han vuelto tan familiar que es difícil reconocer los niveles generalizados de miedo y sufrimiento consecuente que dominan la vida de muchas personas.


Las implicaciones son claras: el mundo refleja nuestras creencias para nosotros, no los crea. Por lo tanto no es necesario tratar de cambiar a nadie sino a nosotros mismos.   La verdad es que sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos. La verdad es que el cambio sólo puede ocurrir cuando cada uno de nosotros, los individuos que conforman la humanidad, cambian. Dado que todos estamos conectados, fundamentalmente, los resultados del cambio individual en un cambio colectivo. 


No hay duda de que se acaba de tomar la responsabilidad de nuestro propio cambio personal requiere inmensa tenacidad frente a los obstáculos. Sin embargo, las recompensas son de gran valor, y como cambian nuestras percepciones, nuestra experiencia de que el mundo cambia. El secreto de nuestra felicidad está bloqueado en nuestras percepciones individuales. Llegamos a ser capaces de ver que todo está conectado en una extraña manera, extraordinario, y más bien dulce. 


El camino hacia el cambio es tan individual como cada uno de nosotros. La meta es una forma de vida que es enteramente nuestra propia expresión y nos ofrece la libertad de ser nosotros mismos. A pesar de que puede sonar simple, no siempre es necesariamente fácil. 


Las maestrías esotéricas  toltecas nos enseñan que no hay manera de que cambiemos sin el conocimiento de la forma en que la tenemos, y eso que a menudo continúan viviendo a pesar de los esfuerzos por cambiar. Para que cambiemos, necesitamos el conocimiento de lo que la mente humana es, cómo funciona y cómo creamos y percibimos nuestro mundo. Los toltecas se describen la forma en que la mente funciona como ensoñando la realidad. Describieron la mente como la que controla nuestro sueño. Con nueva conciencia de la fuente de nuestro sueño se hace la posibilidad de cambiarla.


Para obtener el control de nuestro sueño, y para explorar la existencia a través de la conciencia, hay que aventurarse más allá de los límites de las creencias habituales, pensamientos y emociones que forman la base de nuestra comprensión de la vida. A través de la conciencia nos enteramos de que nuestro modo normal de percepción ha hecho mucho para limitar nuestras posibilidades. 


Los toltecas sabían que el universo es un ser viviente en el que el macrocosmos y el microcosmos de espejo uno del otro. Al mirar de cerca a nosotros mismos, podemos avanzar en el conocimiento del macrocosmos que es el universo. Sin embargo, debemos desarrollar nuestra capacidad de percibir más allá de la capacidad de nuestra razón, si vamos a entender cualquiera de ellos. Esto no es fácil. El universo es tan inmenso y misterioso que cuando nos aventuramos fuera de territorio familiar a menudo buscamos otra interpretación distorsionada que nos hace sentir seguros. 


Para apoyar nuestra propia isla personal de seguridad, suponemos que nuestra percepción es la medida de lo posible. Nuestra razón es tan limitada que nos impide comprender el alcance de nuestro poder de crear la realidad. Por lo tanto, nuestra realidad es también nuestra ilusión, o, más exactamente, nuestro propio sueño personal. 


Porque compartimos el mismo estrecho rango de percepción sensorial, y un diálogo interno similar que tiene casi mecánicamente nuestra atención colectiva e individual, nos encontramos con que somos capaces de soñar juntos y acordar una interpretación restringida de la realidad. Creamos un mundo de objetos limitado a la energía más de nosotros puede discernir. Aún así, no hay dos personas comparten la misma comprensión de la realidad, o el mismo sueño. La realidad de que lo que hacemos acción representa una parte exigua de lo que está disponible para nosotros dentro de este universo. 


Existen también muchas energías diferentes que no son perceptibles como objetos y personas. Por ejemplo, no podemos ver las emociones, los pensamientos, de otra persona, ni sus  sueños. Obviamente, eso no significa que no existan, sino que son una parte de nuestra experiencia cotidiana y por lo tanto entendemos que existen en nosotros mismos y en los demás. Así, reconociendo que cada uno de nosotros está compuesto por algo más que la energía material, debemos preguntarnos: ¿Quién es el YO SOY? - ¿Es el cuerpo, el pensador o el soñador? 


Los toltecas sabían que la percepción de nuestra razón de la realidad, era más que un punto de vista, uno que generalmente no consideramos cómo encajamos en una expansión, que viven, universo inteligente. Al comenzar a identificar el YO SOY, nos damos cuenta de lo limitados que hemos sido condicionados a pensar que somos. Para trascender el reino de nuestro viejo sueño y pasar a nuestro potencial, necesitamos transferir el punto de encaje donde nos montamos  nuestra percepción de nuestra razón de nuestra voluntad. Desplazamiento de la fuente de nuestro poder personal de nuestra mente a nuestro espíritu nos permite acceder a conocimiento silencioso y crear la energía necesaria para recordar lo que hemos olvidado. Todos podemos soñar, un nuevo sueño, o vivir en una realidad  y vivir una vida de libertad.   En un momento determinado, se convierte simplemente en una cuestión de elección. 


  Nuestro destino final en el camino tolteca a la libertad personal es la conciencia del ser humano espiritual, como Dios mismo. Aquí estamos completamente alineamos con Intención y servir como co-creador en nuestro recorrido la Tierra. Con la plena iluminación no hay ilusión, y nos convertimos en libertad para descubrir la identidad del YO SOY y abrazar la luz de la divinidad interior.


Luego de esta lectura de la sabiduría del Nagualismo  Tolteca, algo se activará en ti, un centro magnético que te hará contactar con alguien del conocimiento esotérico mexicano tolteca  en logia masónica, si eres masón, ahora si no eres masón, bueno será sencillo que igual contactes con alguien que te inicie chaman mexicano. Recuerdo incluso, ya hay un rito masónico Atlante Tolteca, hace mucho que no se de estos mis apreciados HH:. pero por ahí andan...


Alcoseri.

martes, 5 de julio de 2022

EL PODER CURATIVO DE LA MUSICA

 

La música ha demostrado tener efectos curativos: relaja el corazón, reduce la tensión y aumenta la secreción de endorfinas, un sedante natural. Todos estos beneficios se producen en el cerebro, el órgano que determina las emociones que nos provoca una canción




La música tiene poderosos efectos sobre el organismo que la medicina occidental está empezando a utilizar, pero que los chinos ya conocían hace tiempo. Las bases científicas de la musicoterapia, aún en fase de estudio, descansan en el efecto de las ondas sonoras sobre la materia física. Una música pausada disminuye la frecuencia respiratoria y cardiaca, y reduce la presión arterial y la temperatura corporal, por lo que se usa para combatir trastornos cardiacos o hipertensiones. Las melodías con frecuencias entre 40 y 66 herzios reducen la tensión muscular. Además, las canciones también se relacionan con la secreción de endorfinas, los sedantes naturales del cerebro, que potencian los efectos anestésicos. El estado de ánimo es fundamental para el sistema inmune: una persona triste se constipa con más facilidad que otra alegre; por eso, las endorfinas producidas al escuchar una melodía también mejoran el sistema inmunitario, igual que otras sustancias presentes en la sangre, las interleukinas, cuya concentración aumenta un dos por ciento tras 15 minutos de música.


El cuerpo humano está compuesto por células, las cuales a su vez se componen de átomos, estos átomos interactúan y operan basándose en la energía recibida, lo cual incluye la energía producida por las ondas sonoras.

En cuanto a Universo, el Sol, Saturno, la Luna y la Tierra exhiben proporciones matemáticas del número 432.

Los 432 Hz sonoros oscilan y vibran sobre los principios de la propagación de ondas armónicas naturales, y se unifican con las propiedades de la luz, el espacio, la materia, la gravedad y el electromagnetismo.

La música actual tiene su base en los 440 Hz y por lo tanto no armoniza en cuanto a vibración natural. La diferencia entre 440 Hz y 432 Hz es solamente 8 vibraciones por segundo, pero esta diferencia es perceptible en la experiencia de la conciencia humana.

Un concierto a 432 Hz tiene efectos positivos a nivel profundo, sobre nuestra conciencia y nuestras células.

viernes, 1 de julio de 2022

IGNACIO RAMIREZ "EL NIGROMANTE" GRAN MASÓN

 







DISCURSO QUE PRONUNCIO EN LA ACADEMIA DE SAN JUAN DE LETRAN

El incendiario discurso decía:

No hay Dios. Los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos. El día de hoy me siento muy honrado por la oportunidad de deliberar y afligir a las almas puras, así como los pensamientos de los hombres más prodigiosos o portentosos de la nación mexicana. […] Entre los pueblos de la antigüedad, la naturaleza era la deidad suprema, porque de ella recibían todos los satisfactores posibles, no había discordias… para todos alcanzaba. Pero cuando los hombres se volvieron sedentarios y, por ende, capitalistas, el caos imperó en las culturas occidentales. Roma distorsionó la realidad imperante y la parasitaria Iglesia Católica inventó el diezmo para vivir apaciblemente del trabajo ajeno y acumular riquezas materiales. No producían nada ni tampoco aportaron nada útil para sus fines que la creación del concepto aterrador del “infierno”, lugar a donde a donde llegaban los hombres comunes y sin sotana, cuando no trabajaban “por la grandeza del Señor”. Nos desviamos del tema principal y divagamos procurando entender cómo la religión católica y los judíos nos impusieron, mediante fábulas, a un Dios vengador y de una crueldad inaudita. La existencia de la deidad en la humanidad se ajusta a las necesidades colectivas relacionadas con la sobrevivencia individual. La interpretación de la vida de Jesús que nos ha impuesto la gran sociedad mercantil [el clero] es falsa. Él fue divino, humilde y pobre. Su pensamiento nunca fue un instrumento mercantil asociado a la fe, y por ende, la imagen de Dios, impuesta por el clero católico está totalmente distorsionada, como un espejo deformado que refleja a un monstruo abominable. La materia siempre es indestructible y eterna, por ende, presumimos que nunca existió un Dios creador. Desde la época de Dionisius Exiguus (Dionisio el Exiguo) se sabe que el universo es algo increado y las almas son energía luminosa que adopta diversas formas materiales a través de la reencarnación. Es, por lo anterior, que en vidas futuras el ponente podría adoptar formas tan diversas como la de un burro o la de un ave canora, en el mejor de los casos… Cuando la religión católica deformó las creencias fundamentales de Jesús, ese clero mercantilista asesinó a la deidad de manera permanente. Todo sea por la bonanza de los siervos del Señor. […] Entonces progresamos en nuestras deliberaciones filosóficas y nos preguntamos ¿La Iglesia Católica, es entonces: Credo, religión, empresa mercantil o una cooperativa con fines comunes? Ninguna de las respuestas nos satisface. Porque creer en un solo Dios nos convierte en personas intolerantes y en enemigos de los no iguales, la soberbia se puede apoderar de nosotros y pueden surgir de inmediato las tiranías teocráticas y su socorrido derecho divino. Toda verdad es relativa, ya que son muchas las verdades y nada es absoluto, como son las ciencias y las matemáticas. Los filósofos proscritos nos hablaban de que el universo se sostiene por sí mismo y, por ende, ya que el mismo Jesús lo describe magníficamente con la frase: “Dichosos los que creen sin ver”. El hombre desvirtuó la existencia de la deidad suprema cuando inventó diversas religiones en las que sus elementos de éxito estaban sustentados en el terror y en la manipulación colectiva en beneficio de una élite parasitaria, que ha destruido naciones enteras. En el Oriente y en el continente africano las religiones y los pueblos autóctonos vivieron armónicamente hasta la llegada de la madre de Constantino, el emperador de Roma, que además de destruir los vestigios de los lugares santos, propició, siglos después, las llamadas Cruzadas, que prefirieron destruir ciudades emblemáticas, como Jerusalén, y matar a pueblos inocentes antes que bautizarlos en la nueva fe. El fraude más grande de la historia de la humanidad es considerar a algunos hombres comunes como intercesores de la divinidad. La historia universal nos ha enseñado que el ser cura no lo hace a uno divino o santo, ni es garantía de solvencia moral y espiritual. No hay uno solo de ellos que no peque de vanidad o de soberbia, pues siempre nos dicen: “Nosotros con Dios y ustedes con el diablo pecador”. […] Señores: Sin ser pesimista, ¡esta es la revolución que llega y que proclamo! Las capillas de las iglesias están llenas de hombres comunes que la sociedad mercantil denomina como “santos” que en realidad eran seres comunes, llenos de desvaríos, alucinaciones, iluminaciones y dudas espirituales, que han desplazado a Jesús y a la deidad suprema a un plano secundario. También, el concepto absurdo de la santidad distorsiona el término de “deidad” porque ningún hombre es perfecto, ni tiene cualidades extraterrenales, ya que es contrario a su naturaleza intrínseca. Lo anterior no es blasfemia, sino solo la aplicación del sentido común. Ningún hombre ordinario se puede transformar en algo divino, ni tampoco se puede convertir en un intercesor del Supremo Arquitecto. A estas alturas de mi ponencia, muchos desearán seguramente mi muerte súbita o mi ejecución pública. En mi cuerpo no existe, creo, ninguna gota de sangre de Martín Lutero, según afirman mis afligidos padres, soy un hombre de ciencia sincero, soy un hombre libre, que desea ver a todos los ciudadanos felices y nunca más atemorizados por el derecho divino. Soy otro ciudadano común que espera verlos convertidos en hombres ilustrados y que dominen las ciencias. Es un hecho que no el tiempo existe, ya que los relojes y sus mecanismos prodigiosos son un producto terrenal, basado en la ingeniería común, como un capricho de las civilizaciones modernas que programan el trabajo colectivo. Los dioses universales no podrían existir sin la humanidad; el hombre, en este siglo de desilusiones y de progreso, solo requiere de constituciones apropiadas y no de evangelios o biblias que cesen el pensamiento racional y el progreso colectivo. Depende de cada individuo el creer o no en la deidad; siempre o generalmente, Dios habita en el corazón de cada ser humano, y en caso contrario, de plano no existe para esa persona. El clero ha mutilado el concepto de las deidades y de la decepción extrema nos cobijamos en la madre naturaleza; el fanatismo eclipsa la fe y la devoción del hombre. Las ciencias nos consuelan en nuestra decepción por el abandono de la cruel divinidad. No podemos creer en ninguna divinidad que permite la destrucción del hombre y de las grandes civilizaciones, como fue nuestro antiguo imperio azteca. El reto más grande de las deidades universales será el progreso científico de la humanidad en los siglos venideros, el pensamiento racional y los ateos surgidos de la Independencia mexicana, que hemos depositado nuestra fe en el ciudadano común. ¿Acaso el hombre no fue hecho a imagen y semejanza de Dios? Todavía nadie me ha podido responder de dónde surgió el ridículo término de infalibilidad papal que ha generado guerras y muerte en todo el mundo. Sólo me resta preguntar a los presentes: ¿El hombre creó a la divinidad, o Dios creó al hombre? ¿Acaso las enseñanzas divinas fracasaron? Porque tres siglos de coloniaje y explotación solo nos han traído a los mexicanos más miseria y explotación. Yo he buscado afanosamente la presencia de Dios en el corazón de los hombres y no encuentro a ningún conservador centralista digno de ser elevado a los altares de la Patria por ser un redentor del pueblo pobre. Ni tampoco veo virtud en los ciudadanos que no pugnan por el bien común, que solo ven por sí mismos y no por otros en peor situación que la propia. La máxima que nos enseñaron los conquistadores fue que no debemos esperar que ninguna divinidad venga en nuestro auxilio, los mexicanos siempre estaremos solos. Nuestro progreso y el anhelado sustento nos lo hemos de ganar con el sudor de nuestra frente, como todos los otros seres de la naturaleza. Es por eso que reitero que los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos… sean o no blasfemos mexicanos. ¡He dicho! 

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RENÉ CERVANTES DÍAZ

MASONERIA LIBERTARIA

GENERALIDADES AIKIDO ENCICLOPEDIA..... J. SANTOS NALDA

 

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